Diecisiete años después de la invasión a Irak, Estados Unidos reducirá este mes de 5.200 a 3.000 su contingente militar en ese país, según anunció este miércoles el jefe del Comando Conjunto Central, general Kenneth McKenzie.

Se espera que el presidente Donald Trump, quien desde su campaña electoral en 2016 prometió que buscaría terminar con lo que llamó "guerras sin fin", haga el anuncio formal en las próximas horas.

También se espera que este miércoles o en los próximos días Trump informe de una decisión similar acerca de los 8.600 soldados estadounidenses apostados en Afganistán, donde la intervención comenzó en 2001.

"En reconocimiento del gran progreso que han hecho las fuerzas irakíes y en consulta y coordinación con el Gobierno de Irak y nuestros aliados, Estados Unidos ha decidido reducir nuestra presencia de tropas de unos 5.200 a 3.000 soldados" indicó McKenzie, quien está de visita en Bagdad.

Estados Unidos había reducido sustancialmente su presencia militar en Irak hacia 2012, pero aumentó su presencia y su actividad desde 2014 para combatir al Estado Islámico que extendió rápidamente su control de áreas en Irak y Siria.

En agosto, un funcionario, que habló bajo condición de anonimato, aseguró que EE.UU. reduciría sus tropas en Irak hasta 3.500 antes de noviembre, cuando se celebrarán las elecciones presidenciales, en las que Trump opta a la reelección y se enfrentará al demócrata Joe Biden.

Asimismo, el mes pasado, el secretario de Defensa, Mark Esper, reveló que Washington tiene intención de dejar solo 5.000 tropas en Afganistán para finales de noviembre. Sin embargo, Trump fue más allá y, en una entrevista en agosto con el portal Axios, reveló que quería dejar en 4.000 el número de soldados desplegados en Afganistán.

El anuncio se producirá en un momento en el que Trump quiere mostrar que ha cumplido su promesa de "sacar a EE.UU. de guerras interminables" de cara a los comicios de noviembre.

Además, el mandatario se enfrenta a numerosas críticas en el frente militar después de que la revista The Atlantic revelara que, en 2018, rechazó visitar el cementerio militar de Aisne-Marne, donde yacen los estadounidenses caídos en la batalla de Belleau Wood, en la Primera Guerra Mundial, porque estaba lleno de "perdedores" y "fracasados".

Trump niega haber hecho esos comentarios despectivos, pero ningún alto cargo del Pentágono o del estamento militar ha salido a defenderle públicamente, lo que parece evidenciar fisuras.

De hecho, el lunes, el presidente criticó a los altos mandos del Ejército porque, según él, libran guerras para aumentar la actividad de las compañías que trabajan en el sector de la defensa.