El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, ordenó este miércoles a las fuerzas de seguridad del país reforzar la vigilancia en la frontera, con "especial atención" a los desplazamientos de las tropas de la OTAN.

"Ordenar al Comité Estatal de Fronteras reforzar la vigilancia de la frontera en todo su perímetro para impedir la entrada en Bielorrusia de mercenarios, armas, municiones y recursos para la financiación de los disturbios", dijo Lukashenko al término de una reunión del Consejo de Seguridad del país.

El mandatario agregó que hay que prestar "especial atención" a los movimientos de las tropas de la OTAN en las vecinas Polonia y Lituania, cuyos Gobiernos han respaldado a la oposición bielorrusa en sus demandas de unas nuevas elecciones presidenciales.

"Tenemos que vigilar sus desplazamientos y sus intenciones", subrayó.

Estas declaraciones se producen un día después de que Lukashenko ordenara poner en alerta a las tropas bielorrusas desplegadas en la frontera con países de la OTAN por una supuesta amenaza exterior.

"Tenemos que tomar medidas y no dudar en desplegar nuestro Ejército y equipos en dirección del desplazamiento" de las fuerzas de la OTAN, declaró Lukashenko, quien agregó que se refiere, sobre todo, a la situación en la provincia de Grodno, en la frontera con Polonia y Lituania.

El dirigente bielorruso, cuya renuncia incondicional es una de las exigencias principales de la oposición después de los comicios del 9 de agosto, encargó además al Ministerio del Interior a asegurar que "no haya disturbios" en Minsk, que el fin de semana pasado acogió la mayor movilización antigubernamental en la historia de ese país.

"La gente se ha cansado, quiere paz y tranquilidad", aseguró el mandatario, citado por la agencia estatal BELTA.

Según Lukashenko, muchos participantes en las protestas cobran por salir a la calle.

"No quiero decir que todos (los manifestantes) sean así, pero llega mucho dinero (para su financiación), y de una forma abierta", aseveró.

Al mismo tiempo, advirtió a los trabajadores que se declaran en huelga para exigir nuevas elecciones en el país de que no puede haber una vuelta atrás.

"Si quieres trabajar, trabaja. Si no quieres, cierra la puerta y no impidas trabajar a los demás", dijo Lukashenko, quien agregó que lo mismo se refiere a los periodistas que han decidido apoyar las huelgas estos días.

Horas antes del inicio hoy de la cumbre telemática de los líderes de la Unión Europea, la líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, se dirigió a los dirigentes europeos para pedirles que no reconozcan los resultados de las elecciones, que según las cifras oficiales ganó Lukashenko con el 80,1 % de los votos.

"Occidente financia las protestas"

Lukashenko acusó además a Occidente de financiar abiertamente las protestas opositoras que sacuden su país hace hoy once días.

"Estados occidentales declaran directa y abiertamente, sin ocultarlo, que reúnen medios y los envían a Bielorrusia", dijo el mandatario.

Lukashenko indicó que las autoridades del país no pueden hacer un seguimiento de todos los recursos que está llegando a Bielorrusia, porque se trata de "muchos medios en metálico".

"Lo sabemos y estamos en ello", advirtió.

Aconsejó a los líderes de la UE ocuparse de su propios problemas.

"No estamos solos", dijo el presidente, que aseguró que más de 100.000 personas expresaron su apoyo al Gobierno en los mítines y manifestaciones que han tenido lugar en distintos lugares del país.

Lukashenko subrayó que "se equivocan los que creen que el poder ha cedido o se está tambaleando", ya que "tiene en quien apoyarse".

"Y aquellos que, principalmente en el extranjero -y esto ya se ve-, ya están afilando los sables, recibirán una respuesta contundente. En (la ciudad de) Grodno ya izan banderas polacas. Esto es inadmisible. A este tipo de cosas se le pondrá coto de manera drástica", advirtió.

El mandatario insistió que "si alguien quiere cambios, estos deben hacerse en los marcos de la ley", pues en caso contrario el país sufriría graves consecuencias.