El alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, ha urgido este domingo al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, a firmar y ratificar el Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares, tal y como ya hiciera el pasado jueves su homólogo de Hiroshima, en el marco del 75º aniversario del lanzamiento de las bombas atómicas contra ambas ciudades.

A las 11.02, la misma hora a la que Estados Unidos lanzó la bomba atómica sobre Nagasaki para poner fin a la Segunda Guerra Mundial, los cerca de 500 asistentes -supervivientes, autoridades japonesas y representantes de hasta 70 países- han guardado un minuto de silencio en el Parque de la Paz de la ciudad, erigido sobre la 'zona cero'.

"Todavía recuerdo ese día. Aún puedo recordar vívidamente lo que hizo la bomba", ha dicho Miyako Takashima, una superviviente de 92 años. "Me quedé tan impactada que no pude ni llorar ese día (...) Después, me sentí culpable por haber sobrevivido", ha contado a la agencia de noticias Kiodo.

El ataque nuclear contra Nagasaki mató inmediatamente a 39.000 personas, que siguieron a las 70.000 que fallecieron tres días antes, el 6 de agosto, en Hiroshima. Se calcula que en 1950 habían fallecido 340.000 personas por las dos bombas atómicas, sobre todo por enfermedades causadas por la exposición a la radiación ionizante.

"Si, como ha pasado con el nuevo coronavirus, al que no hemos temido hasta que ha empezado a propagarse en nuestro círculo más cercano, la Humanidad no toma conciencia de la amenaza que suponen las armas nucleares hasta que se usen de nuevo, nos encontraremos en un problema irrevocable", ha dicho Taue.

Taue, al igual que el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, ha pedido a Abe que Japón se adhiera al Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares, adoptado en 2017 y que solo tiene 40 de las 50 ratificaciones que necesita para entrar en vigor.

"Entre los estados con arsenales nucleares y los países que están bajo su paraguas nuclear hay voces que dicen que es demasiado pronto para ese tratado, pero no lo es. Al contrario, llega demasiado tarde", ha sostenido Taue.

El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, se ha expresado en la misma línea, alertando de que "el histórico progreso en el desarme nuclear está amenazado" por una nueva carrera armamentística. "Esta alarmante tendencia debe revertirse", ha reclamado, en un mensaje difundido por su oficina.

Según datos del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR), se estima que actualmente hay más de 14.000 bombas nucleares en todo el mundo, algunas de las cuales tienen un poder "decenas de veces más grande" que las lanzadas contra Hiroshima y Nagasaki.

En esta semana, aprovechando el 75º aniversario de los ataques nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki, Irlanda, Nigeria, la isla pacífica de Niue y la caribeña de San Cristóbal y Nieves han ratificado el tratado, de acuerdo con la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN).

Abe, por su parte, se ha limitado a decir que el Gobierno nipón sigue comprometido con el objetivo de lograr un mundo libre de armas nucleares pero, al igual que en el acto conmemorativo en Hiroshima, ha rehusado hablar del tratado.

El CICR ha advertido esta semana de que, si se volviera a producir un ataque nuclear, las consecuencias serían tan devastadoras que ninguna respuesta humanitaria sería suficiente para mitigarlas. "La comunidad internacional no tiene la capacidad de ayudar a todos los que lo necesitarían", ha afirmado.