Un 6 de agosto de 945. El Enola Gay, un bombardero B-29 pilotado por el coronel Paul Tibbets, sintió dos ondas de choque cuando se alejaba de Hiroshima después de haber dejado caer la primera bomba atómica que se empleaba en una guerra. La onda que les impactó en primer lugar era la producida directamente por la explosión realizada a unos seiscientos metros de altura sobre la ciudad, y la segunda fue el rebote de esta onda en el suelo. El avión estaba ya a unos veinte kilómetros de distancia y no se vio afectado...

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