La canciller alemana, Angela Merkel, admitió este martes las dificultades aparecidas hasta lograrse un acuerdo entre los líderes de la Unión Europea (UE) para el fondo de recuperación, para afirmar que ésta es la respuesta "de la Europa unida" ante una situación que requería "respuestas extraordinarias".

"No fue fácil, pero al final nos encontramos", afirmó la canciller, para destacar a continuación que "el multilateralismo está en estos momentos muy presionado" y que "Europa ha demostrado en esta situación ser capaz de actuar".

Merkel, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE, hizo esta declaración en una comparecencia con el presidente francés, Emmanuel Macron, con quien asistió a sucesivas reuniones en grupo, junto al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hasta alcanzar el acuerdo.

La fórmula acordada, tras cuatro días de maratoniana negociación, deja en 390.000 millones el volumen de ayudas directas -frente a los 500.000 inicialmente previstos- y mantiene en 750.000 millones de euros el total del paquete de ayudas.

El resto -360.000 millones de euros- corresponde a créditos, de acuerdo a la propuesta finalmente aceptada por los llamados países "frugales": Austria, Holanda, Dinamarca, Suecia y Finlandia.

La propuesta original de la Comisión Europea planteaba 500.000 millones en transferencias y 250.000 en préstamos (750.000 millones en total); los "frugales" reclamaban recortar el fondo a 700.000 millones, repartidos a partes iguales entre ayudas y préstamos.

Macron habla de "cambio histórico"

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que el acuerdo alcanzado "es un cambio histórico de nuestra Europa y de la zona euro", al poner en común una capacidad presupuestaria y abrir la perspectiva a recursos propios.

Macron dijo que más allá de su duración, una de las más largas de la historia, lo importante es que sus "conclusiones son verdaderamente históricas". Destacó, en particular, el hecho de que se haya logrado que los Veintisiete acepten por unanimidad la emisión de deuda en común y un plan de recuperación de 750.000 millones de euros.

Aunque el peso de las subvenciones en esos 750.000 millones ha quedado reducido a 390.000 millones, cuando la propuesta franco-alemana inicial era de 500.000 millones, consideró que es una cifra "consecuente".

A ese respecto, hizo notar "el camino recorrido en dos meses" porque hace solo unos días algunos países, en alusión a los llamados "frugales" estaban contra la idea de un endeudamiento en común y ahora lo han aceptado. "Es para mí el avance más estructurante y más histórico de este acuerdo", subrayó.

Conte, "satisfecho"

Mientras, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, afirmó que su Gobierno está "satisfecho" por el "ambicioso" fondo de recuperación.

"Es un momento histórico para Europa y para Italia (...). Estamos satisfechos: hemos aprobado un ambicioso plan de recuperación apropiado para la crisis que estamos viviendo", señaló Conte a los medios italianos en Bruselas.

De estos, Italia recibirá unos 209.000 millones, de los cuales casi 82.000 serán en forma de transacciones y unos 127.000 como créditos, reveló Conte.