Los padres de Madeleine McCann, la pequeña británica que desapareció hace 13 años en el sur de Portugal, han negado que hayan recibido una carta de la Fiscalía alemana en la que se les informa de que hay pruebas que confirman el fallecimiento de su hija.

La investigación del caso se ha reactivado a raíz de la identificación de un nuevo sospechoso, ya encarcelado en Alemania. Se trataría de Christian B., de 43 años, un delincuente sexual con múltiples condenas, entre ellas una por abuso sexual de menores.

El fiscal al cargo de las pesquisas, Hans Christian Wolters, ya había reconocido públicamente que todas las pistas apuntaban a que Madeleine había fallecido. Según varios tabloides británicos, Wolters trasladó esta misma sospecha en una carta a la familia de la niña, asegurando que tenía "pruebas concretas" que avalasen la teoría. El fiscal ha confirmado a la agencia de noticias DPA que ha enviado varios documentos a los Kate y Gerry McCann, pero no ha revelado su contenido. Los padres han salido al paso de las especulaciones para asegurar que es "falso" que hayan recibido una carta en la que se asegurase que "hay evidencias o pruebas de que Madeline está muerta".

"Como otras muchas historias infundadas en los medios, esto ha provocado una preocupación innecesaria a nuestros amigos y familiares y ha perjudicado de nuevo nuestras vidas", han lamentado los padres, a través de un comunicado en el que han insistido en que no comentarán investigaciones en curso.