Los ministros de Exteriores de la Unión Europea instaron este viernes a Turquía a que combata la "información falsa" de que las fronteras de la UE están abiertas a los refugiados que alberga en su territorio, y rechazaron "con firmeza" el uso que Ankara hace de la presión migratoria "con razones políticas".

"No vayan a la frontera. La frontera no está abierta. Si alguien les dice que vayan porque está abierta, no es verdad. Eviten una situación en la que podrían estar en peligro, eviten avanzar hacia una puerta cerrada o al menos eviten decirle eso a la gente, porque no es verdad", declaró en una rueda de prensa el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell.

Borrell había transformado la reunión que habitualmente celebran los ministros de Exteriores cada seis meses en un Consejo plenamente operativo para tomar decisiones oficiales, ante la urgencia de la crisis humanitaria que el recrudecimiento del conflicto sirio ha generado en la población de la región de Idlib, pero también en los refugiados.

El resultado de ese Consejo fue una declaración en la que los Veintisiete expresaron su solidaridad con Grecia, pero también con países como Bulgaria y Chipre, que deben gestionar fronteras exteriores de la Unión, y en la que mostraron su malestar con Turquía por la presión migratoria que ha ejercido sobre la UE para lograr más respaldo en la crisis siria.

Espaldarazo a la defensa por Grecia de su frontera

"No se debe alentar a los migrantes a intentar cruces ilegales por tierra o mar. El Consejo hace un llamamiento al Gobierno turco y a todos los actores y organizaciones sobre el terreno para transmitir este mensaje y contrarrestar la difusión de información falsa", indica la declaración.

El ministro griego de Exteriores, Nicolaos Georgios, llegó hoy a la reunión diciendo que tenía "pruebas claras" de que este movimiento masivo de refugiados hacia dicha frontera "ha sido creado y orquestado por Turquía".

Sus homólogos reiteraron su determinación de proteger "de manera eficaz" las fronteras exteriores y aseguraron que no tolerarán cruces ilegales, para lo que adoptarán "todas las medidas necesarias de acuerdo con la ley de la UE e internacional".

Al tiempo, los ministros reconocieron el esfuerzo que hace Turquía al mantener en su territorio a 3,7 millones de refugiados, pero insistieron en que Ankara debe seguir cumpliendo con el acuerdo al que llegaron en 2016 para atender a estas personas a cambio de 6.000 millones de euros suministrados por la UE para apoyarle en esas tareas.

La UE pide que la tregua en Idilib facilite la ayuda humanitaria

Por lo que respecta a la tregua decretada por Rusia y Turquía en la zona de Idlib, escenario de combates entre milicias rebeldes -con apoyo turco- y las fuerzas del Ejército sirio -respaldadas por Rusia-, los ministros dijeron que la UE está en contacto con la ONU, la OTAN o Estados Unidos, para reforzar "el claro consenso internacional" en favor de "un alto el fuego duradero".

"La situación en Idlib requiere unas acciones urgentes para afrontar la crisis humanitaria: incluso las imágenes satélite de la situación en la frontera turca muestran un océano de tiendas en las que los refugiados tratan de hallar socorro", destacó Borrell.

El jefe de la diplomacia comunitaria aseguró que "en este momento el problema principal no son más recursos, sino la logística" para atender al millón de personas en la zona de Idlib.

Dijo que cada día unos 100 camiones tratan de llevar medicamentos, alimentos o abrigo "a través de montañas, guerra, invierno" a "una población en movimiento y bajo el riesgo de bombas".

"Por ello, es imprescindible que el alto el fuego sea efectivo, en tierra, y, lo que es especialmente importante, en el aire", apostilló.

Dificultades para crear una zona de seguridad en Idilib

Durante la reunión de los ministros, que comenzó el jueves en clave informal, varios fueron los países, como Holanda, que defendieron que se imponga una área de seguridad para proteger a los civiles en el norte de Siria, preferiblemente con el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU.

Esa pretensión, que agrada a Turquía, podría toparse con el veto de Rusia en el Consejo de Seguridad.

En todo caso, pese a que fue considerada como una buena idea por Borrell, el político español dejó claro hoy que la UE debe ser realista sobre "lo que se puede implementar" y "actuar acorde con nuestras capacidades y recursos", los cuales no le dan el poder de imponer por sí misma tal zona de seguridad.

Preguntado por si piensa viajar a Moscú para tratar asuntos como el de Siria con las autoridades rusas, Borrell señaló que tal desplazamiento sería "normal", pero añadió que su agenda está "completa para los próximos dos meses" y que antes tiene previsto visitar Ucrania.