La UE ha asegurado este miércoles que está lista para trabajar con Turquía en un enfoque común que permita una salida política conjunta al conflicto de Siria, después de que el ataque de las fuerzas de Bashar al Assad en el que murieron 34 militares turcos haya desembocado en un pulso entre Ankara y Bruselas a cuenta de la presión migratoria.

En un comunicado tras la visita a Turquía donde se ha entrevistado con el presidente Recep Tayyip Erdogan y varios de sus ministros, el Alto Representante de la UE de Política Exterior, Josep Borrell, ha respondido a la amenaza de Turquía de permitir el flujo migratorio a Europa asegurando que incrementar la presión en la frontera con la UE y adoptar acciones unilaterales "no traerá soluciones" y solo puede "exacerbar" la crisis.

Borrell ha recordado que la UE espera que Turquía respete el acuerdo migratorio firmado con el bloque en 2016 y por el que ha recibido 6.000 millones de euros, por lo que ha pedido que Ankara no aliente el movimiento de migrantes a la frontera europea.

Con todo, el político español ha mandado un mensaje positivo a Ankara e intentando salvar el acuerdo ha insistido que la UE está preparada para acordar con las autoridades turcas un enfoque coordinado a la situación.

"Tenemos un interés común y este es acabar el conflicto en Siria. Solo de esta forma seremos capaces de poner fin al sufrimiento de la población civil y abordar los desafíos que está afrontando Turquía", ha asegurado el jefe de la diplomacia europea.

De su lado, el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, le ha trasladado a Borrell en la reunión que el país no puede "aguantar solo en sus hombros la carga" migratoria. A juicio de Ankara, la UE no ha mantenido sus promesas con Turquía y debe responsabilizarse de la situación, según ha señalado en un mensaje el ministro en las redes sociales.

El viaje de Borrell, el presidente del Consejo, Charles Michel, y el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, a Turquía llega después de la amenaza de Erdogan de no impedir el paso irregular de miles de personas huidas de Siria en su camino a Europa, lo que ha aumentado los intentos de cruzar la frontera en Grecia y Bulgaria.

170 millones para refugiados sirios

Los dirigentes comunitarios se han preocupado por la situación que se vive en Idlib, último territorio bajo control de los rebeldes sirios, que cuenta con el apoyo de Turquía y que es escenario de una dura ofensiva militar del Ejército de Al Assad.

En este contexto, Lenarcic ha anunciado que la UE destinará 170 millones de euros en asistencia humanitaria para ayudar a las comunidades más vulnerables en Siria, incluyendo 60 millones que irán destinados al noroeste del país, donde se ubica Idlib.

"Las violaciones flagrantes del Derecho Internacional Humanitario se han vuelto habituales en el noroeste de Siria. Esto debe parar. Los ataques contra civiles, niños y trabajadores humanitarios deben terminar", ha subrayado el comisario esloveno.

Al tiempo, ha exigido que las partes involucradas en el conflicto permitan el acceso seguro a la asistencia humanitaria. Lenarcic continuará su visita a Turquía desplazándose al sureste del país donde tendrá oportunidad de visitar un campo de refugiados sirios y reunirse con actores humanitarios que ofrecen asistencia en la provincia siria de Idlib.

Pulso con Turquía

La última semana la UE y Turquía mantienen un pulso por el control de las rutas migratorias después de que Ankara asegurara que no estaba en disposición de frenar a los migrantes, poniendo en jaque el acuerdo con Bruselas.

La crisis se desató a raíz del ataque militar sirio, apoyado por Rusia, en la provincia de Idlib contra posiciones turcas en el que murieron 34 militares. Movidos por los mensajes del Gobierno turco, miles de migrantes se han trasladado los últimos días hasta zonas fronterizas con Bulgaria y Grecia y a las islas griegas para intentar pasar al territorio de la UE.

Ante esto, la respuesta de Grecia ha sido incrementar los controles en frontera y suspender el derecho de los demandantes de asilo que llegan a su territorio a pedir protección internacional. Los dirigentes comunitarios en un visita este martes a Grecia declararon su plena "solidaridad" y "confianza" en Atenas, ofreciendo más medios para controlar la frontera y respaldando las acciones griegas.

Según las autoridades turcas, este miércoles al menos un migrante ha muerto y otros cinco han resultado heridos por la represión de las fuerzas de seguridad griegas en el paso de Edirne, donde se han registrado cargas con gases lacrimógenos.