Estados Unidos está a la espera de la declaración del presidente, Donald Trump, sobre un ataque con misiles balísticos lanzado este martes desde Irán contra dos bases aéreas en territorio iraquí que albergan tropas estadounidenses.

Según informó la Célula de Información de Irak este miércoles en un comunicado que, hasta el momento, no se han registrado víctimas mortales entre las filas de las fuerzas iraquíes

El Pentágono confirmó que el ataque, una posible represalia de Irán por el asesinato por parte de EE.UU. del general Qasem Soleimaní, se produjo contra las bases de Al Asad y Erbil.

Pero en un comunicado los Guardianes de la Revolución iraní solo citan la base de Ain al Asad y fuentes policiales y militares iraquíes confirmaron en principio a Efe también únicamente ese bombardeo y no el de Erbil.

Un portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, afirmó en un comunicado que todavía no está claro si ha habido víctimas y que están trabajando en las evaluaciones iniciales de los daños.

Un ataque desde Irán

"Está claro que estos misiles fueron lanzados desde Irán y dirigidos contra al menos dos bases militares iraquíes", señaló la nota y precisó que están trabajando en las evaluaciones iniciales de los daños.

Según el Pentágono, en esas instalaciones permanecen tropas estadounidenses y de la coalición.

"Esas bases han estado en máxima alerta debido a las señales de que el régimen de iraní planeaba atacar nuestras fuerzas e intereses en la región", añadió el comunicado.

Trump: "Todo está bien"

Trump aseguró horas después de la acción militar iraní que "todo está bien", y anticipó que hoy hará una declaración al respecto.

"Tenemos el ejército más poderoso y bien equipado en cualquier parte del mundo, con diferencia", escribió el gobernante en su cuenta de Twitter.

El presidente ratificó en su mensaje que los misiles fueron lanzados "desde Irán hacia dos bases militares situadas en Irak".

Trump agregó que están evaluando víctimas y daños, sin abundar en mayores detalles.

Un portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere, indicó que el presidente estadounidense habló con la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la situación de seguridad en Medio Oriente y en Libia y que acordaron mantener una coordinación estrecha.

También dialogó con el emir de Catar, Tamim bin Hamad al Zani, sobre la situación en Irak e Irán, así como sobre asuntos bilaterales y regionales cruciales, apuntó Deere en su cuenta de Twitter.

Después de los informes procedentes de Irak, el mandatario se reunió con los secretarios de Estado, Mike Pompeo, y de Defensa, Mark Esper, así como con el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, según versiones de periodistas.

En una de las primeras medidas adoptadas por Washington, la Administración Federal de Aviación (FAA) prohibió que las aerolíneas comerciales de EE.UU. operen sobre el espacio aéreo de Irak e Irán, y sobre los golfos Pérsico y de Omán.

Irán avisa de que este ataque es un primer paso

Los Guardianes de la Revolución iraní informaron de que el ataque contra la base militar Ain al Asad es un primer paso de su "dura venganza" por el asesinato de Soleimaní.

"Al Gran Satán, el régimen cruel y arrogante de EEUU, advertimos de que cualquier otra maldad, violación u otras medidas se enfrentará a una respuesta más dolorosa y aplastante", aseguró el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución en un comunicado colgado este miércoles en su pagina web sobre al ataque en Ain al Asad.

En esa base se encuentran soldados norteamericanos desplegados en el marco de la coalición internacional liderada por EE.UU. de lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

En noviembre pasado, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y su esposa Karen, visitaron esa instalación y sirvieron una comida de Acción de Gracias a unos 150 militares estadounidenses.

También Trump estuvo en ese lugar junto a su mujer Melania, en diciembre de 2018, en una visita sorpresa de la que no fueron informadas ni siquiera las autoridades iraquíes "por motivos de seguridad".

"No es el momento adecuado" para salir de Irak

Horas antes del ataque, Trump descartó que planee sacar próximamente a las tropas estadounidenses de Irak y se retractó de su amenaza de atacar objetivos culturales iraníes, al comprometerse a "obedecer las leyes" internacionales en ese sentido.

"En algún momento queremos salir (de Irak), pero este no es el momento adecuado", subrayó Trump, al añadir que esa retirada "sería lo peor que le puede pasar a Irak" porque ampliaría la "presencia" de Irán en el país.

Estados Unidos tiene entre 5.000 y 6.000 militares en Irak, según distintas estimaciones, y el asesinato el pasado día 3 de Soleimaní ha aumentado la presión en el país árabe a favor de una retirada de las tropas internacionales.