El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha abierto una investigación criminal sobre el origen del presunto espionaje a la campaña de Donald Trump en las presidenciales de 2016, en el marco de la llamada trama rusa.

La fuente, que ha hablado a la agencia de noticias Reuters bajo condición de anonimato, se ha negado a decir si se había reunido a un gran jurado en la investigación.

El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, lanzó a principios de año una revisión para investigar las quejas del presidente del país, Donald Trump, de que su campaña fue atacada de forma inapropiada por agencias de Inteligencia durante las elecciones de 2016.

Los demócratas y algunos exagentes de Policía afirman que Barr está utilizando al Departamento de Justicia para perseguir teorías de conspiración sin fundamento que podrían beneficiar políticamente al mandatario republicano y socavar la investigación sobre la injerencia rusa del exfiscal especial Robert Mueller.

Como parte de su investigación, Barr solicitó asesoramiento a funcionarios australianos y británicos y visitó Italia en dos ocasiones, donde se reunió con agentes de Inteligencia en Roma en agosto y septiembre para obtener información sobre las personas mencionadas en el informe de Mueller.

La investigación del exfiscal especial mostró que Moscú interfirió en los comicios de 2016 para beneficiar a Trump y dio lugar a condenas penales de varios exasesores de campaña. Sin embargo, Mueller concluyó que no tenía suficientes pruebas para establecer una conspiración criminal con Rusia.

Barr eligió al fiscal del estado de Connecticut, John Durham, para dirigir la revisión sobre si las agencias de Inteligencia y de aplicación de la ley de Estados Unidos actuaron de forma adecuada cuando analizaron los posibles vínculos entre la campaña de Trump y Rusia, algo que finalmente llevó a la investigación de Mueller.

Trump, quien considera la investigación sobre la injerencia rusa una "caza de brujas", asegura que los funcionarios estadounidenses lanzaron una investigación para socavar sus posibilidades de ganar la Presidencia, aunque el propio mandatario y sus partidarios no han entregado pruebas.

El magnate neoyorquino también está lidiando con una investigación para un posible 'impeachment' dirigida por los demócratas y que se centra en una llamada telefónica que Trump tuvo en julio con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, en la que le habría pedido que investigara al exvicepresidente estadounidense Joe Biden, uno de los principales candidatos por la nominación presidencial demócrata para enfrentarse a Trump en las elecciones de 2020, y a su hijo Hunter.