Las mujeres en Irán vivirán este jueves un momento especial cuando por primera vez en 40 años puedan acudir libremente a ver un partido de fútbol, el que medirá a la selección masculina frente a Camboya en el Estadio Azadi de la capital Teherán.

El Gobierno iraní aseguró el pasado 19 de septiembre que se habían iniciado los "preparativos" para que las mujeres pudiesen acudir a los campos de fútbol, aunque "inicialmente" la medida se va a limitar a los partidos de la selección masculina.

Las autoridades han habilitado entradas, baños y zonas separadas para mujeres en el Estadio Azadi de Teherán, donde Irán juega la mayoría de sus partidos y donde se medirá a Camboya en su segundo partido de la fase de clasificación para el próximo Mundial de Catar del año 2022. Además, habrá un despliegue adicional de policías para que las mujeres puedan entrar y salir de las instalaciones con seguridad.

El presidente de Irán, Hasán Rohani, se ha mostrado partidario de levantar la discriminación de acceso a las mujeres en vigor desde la Revolución Islámica de hace cuatro décadas, pero la cúpula conservadora ha frenado durante estos últimos años cualquier avance.

De este modo, las mujeres podrán acudir a animar sin problemas a su selección prácticamente justo un mes después de que una joven iraní, Sahar Khabazi, conocida como 'la Chica Azul' por su apoyo a los colores de su equipo, el Esteghlal, muriese recientemente tras prenderse fuego en protesta por haber sido condenada tras intentar presenciar un partido.

Desde la Revolución Islámica de hace 40 años, las mujeres tenían prohibido estar en las tribunas de los estadios de fútbol a causa de las estrictas reglas de su religión, y sólo a través de disfraces y barbas postizas habían podido saltárselas con el riesgo de ser castigadas severamente si hubiesen sido descubiertas.

Y mientras la clase política del país ha ido abandonando esta actitud ultraconservadora paulatinamente para ser más aperturista, el clero, que sigue ejerciendo una poderosa influencia, ha sido completamente reacio hasta este momento.

"La visita de las mujeres al estadio es el primer éxito de su resistencia a la discriminación", 'tuiteó' el político iraní Shahrbanoo Amani, mientras que otro político, que quiso conservar su anonimato, remarcó que "lo que ni el presidente Hassan Rouhani ni sus ministros pudieron hacer fue posible gracias a las mujeres". "Este jueves, la historia de Irán será reescrita en el Estadio Azadi", escribió un aficionado en las redes sociales

Para este primer partido clasificatorio para el Mundial de Catar de 2022, se han dispuesto para las mujeres únicamente 5.000 de los casi 100.000 asientos del recinto, aunque este número ya es sensiblemente muy superior a la cerca de 100 aficionadas que pudieron ver el amistoso del año pasado ante Bolivia, en su mayoría parientes de los jugadores y directivos federativos.

Entre 3.500 y 4.000 entradas fueron puestas a disposición de las mujeres para su compra 'online' en cuatro tribunas especiales y todas se vendieron en pocos minutos, mientras que, según el diario 'Etemad', al menos otras dos secciones del estadio se pondrán disponibles para las aficionadas.

"Necesitamos tener a las mujeres yendo a los estadios, necesitamos presionar por esto con respeto, pero de una manera fuerte y contundente, no podemos esperar más", apeló a finales de septiembre el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que incluso ha amenazado con sancionar al país sin poder acudir a Catar 2022 si no da el paso definitivo en este tema.

Sin embargo, la medida no se implementará de momento en los partidos de la liga iraní, por lo que las mujeres seguirán sin tener permiso para ver partidos del torneo local como el derbi entre el Esteghlal y el Persépolis, que despiertan mucha atención en el país.

"Debemos pensar y actuar paso a paso. El primer paso ya se ha dado y otros le seguirán", tranquilizó la vicepresidenta iraní para Asuntos de las Mujeres y la Familia, Masoumeh Ebtekar.