El presidente italiano, Sergio Mattarella, encargará el jueves al dimisionario primer ministro, Giuseppe Conte, la formación de un nuevo Gobierno, después de que el Partido Demócrata (PD, centroizquierda) y el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S) acordaran este miércoles unirse en coalición.

Mattarella hará el encargo formal mañana, cuando ha convocado a Conte a la sede de la Jefatura del Estado.

Conte acudirá al Palazzo del Quirinale a las 09.30 hora local (07.30 GMT), tal y como explicó este miércoles el portavoz de la Presidencia de la República, Giovanni Grasso.

Una vez Mattarella le haga ese encargo, Conte deberá aceptarlo "con reservas", una fórmula utilizada en el país y que implica la obligatoriedad de volver ante el jefe del Estado para comunicarle si se tienen o no los apoyos parlamentarios suficientes para gobernar.

El siguiente paso de Conte será entonces elaborar la lista de ministros y presentársela más tarde a Mattarella.

El jefe de Estado decidió finalmente convocar a Conte después de escuchar hoy, en la segunda ronda de consultas con las formaciones políticas, que el PD y el M5S han llegado a un acuerdo para dirigir el país de forma conjunta y con Conte como primer ministro.

El secretario nacional del PD, Nicola Zingaretti, confirmó a Mattarella que su partido estaba dispuesto a gobernar con el M5S e insistió en que la intención es construir un gabinete duradero y sólido.

Además, avanzó que las dos formaciones han encontrado puntos en común en asuntos como un crecimiento económico basado en la legalidad y la protección del medio ambiente o la aprobación de políticas económicas que fomenten la igualdad social, territorial, generacional y de hombres y mujeres.

Por su parte, el líder del Cinco Estrellas, Luigi Di Maio, argumentó que su movimiento "no eludirá su responsabilidad" y recordó que sigue siendo la fuerza más votada en las generales de marzo de 2018, cuando obtuvo cerca de un 33 % de los votos.

Rehusó referirse a uno de los escollos que han dividido a las dos formaciones en los últimos días, y es quién ejercerá de vicepresidente del Gobierno, pues el M5S quiere que sea Di Maio. mientras el PD argumenta que debe ser un miembro de sus filas, ya que Conte ha sido designado por el Cinco Estrellas.

Di Maio se limitó a sostener que los dos seguirán trabajando en un programa político común que dé respuestas a las necesidades de los italianos y "solo después se decidirá quién estará llamado a implementar las políticas acordadas".

El líder de la formación antisistema reconoció que su hasta ahora socio, la ultraderechista Liga, le propuso volver a unirse y hasta le ofreció ser primer ministro, una oferta que Di Maio ha "rechazado con serenidad" porque le considera el responsable de esta crisis.

El ultraderechista Matteo Salvini, el gran perjudicado de esta situación, había insistido momentos antes en que el país debería celebrar elecciones anticipadas y había opinado que un Ejecutivo entre el M5S y el PD no será duradero.

"Que me diga alguien, sin reírse, si el M5S y el PD pueden formar un Gobierno duradero. ¿No sería más fácil organizar una campaña electoral que dé una coalición fuerte para los próximos cinco años?", preguntó, en referencia a la alianza que mantiene su partido, la Liga, con la conservadora Forza Italia y los ultraconservadores Hermanos de Italia y a la que los sondeos le dan más del 50 % de intención de voto.

El líder de Forza Italia, el ex primer ministro Silvio Berlusconi, también pidió comicios y se mostró preocupado "por el peligroso escenario que está surgiendo", con una alianza entre socialdemócratas y antisistemas que "es una solución políticamente incorrecta".

La líder del tercer partido que secunda a Salvini, el ultranacionalista Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, ha adelantado que convocará movilizaciones, "si este Gobierno nace".