El apresamiento por Ucrania de un petrolero ruso cerca del mar Negro abre un nuevo frente entre ambos países, enfrentados ya por la captura a finales de 2018 de tres buques de la Armada ucrania y de sus 24 tripulantes.

Según informó hoy el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), el buque con bandera rusa "NIKA SPIRIT" -antiguo "NEYMA"-, fue apresado al entrar en el puerto fluvial de Izmail, en la región ucraniana de Odesa.

En las imágenes publicadas por el SBU se ve cómo los agentes de dicho organismo y de la Fiscalía militar se suben a bordo del buque, aunque se desconoce el motivo por el que el petrolero, que había partido de la región rusa de Krasnodar, se adentró por el río Danubio y atracó en un puerto ucraniano.

El SBU explicó que los tripulantes del "NIKA SPIRIT", que supuestamente bloqueó en noviembre de 2018 el paso de los buques de la Armada ucraniana por el estrecho de Kerch cerca de las costas de la península de Crimea, fueron interrogados, aunque seguidamente fueron puestos en libertad.

Eso fue confirmado por la embajada rusa en Kiev y por la Defensora del Pueblo ruso, Tatiana Moskalkova, quien reveló que son diez los tripulantes del buque, después de haber conversado con su homóloga ucraniana, Liudmila Denísova.

"Denísova comunicó que a los diez tripulantes, que son ciudadanos rusos, no se les presentó ningún cargo", dijo Moskalkova, quien después precisó que los rusos ya se encuentran en Moldavia y volarán en avión a Moscú.

Eso sí, fuentes rusas y ucranianas confirmaron que el petrolero permanecerá bajo custodia en el puerto ucraniano bañado por el Danubio y situado a escasos kilómetros de la frontera con Rumanía.

Y es que el SBU explicó que el objetivo del apresamiento es incautarse de documentación, cuadernos de bitácora y grabaciones de radio para lograr el arresto del buque.

El SBU considera que el buque es "el cuerpo del delito" cometido en noviembre por Rusia, una evidencia que Ucrania espera que le permita construir un caso penal internacional contra Rusia como un Estado agresor.

De hecho, el Gobierno de Kiev acusa a "NEYMA" de cambiar de nombre para ocultar su implicación en el acto de agresión contra la Armada ucraniana.

En las imágenes publicadas en su momento por medios ucranianos se pudo ver cómo un petrolero era intercalado entre dos de los pilares del puente de Crimea, inaugurado varios meses antes por el presidente ruso, Vladímir Putin.

El SBU indica que las fuerzas del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) violaron en noviembre el derecho internacional del mar al impedir el paso a los buques ucranianos con el uso de la fuerza y la ayuda del petrolero "NEYMA".

La maniobra del petrolero ruso obligó a los buques ucranianos a retroceder cuando se dirigían desde el puerto de Odesa, en el mar Negro, al de Mariúpol, en el mar de Azov, compartido por rusos y ucranianos.

Ucrania acusa a Rusia de perpetrar un "acto de agresión militar" contra las lanchas artilladas "Berdiansk" y "Nikopol" y el remolcador "Yani Kapu", arrestadas desde entonces por las autoridades rusas, y sus 24 tripulantes.

El viceministro de Exteriores ruso, Grigori Karasin, tachó hoy de "malas noticias" el apresamiento del buque y lamentó que "alguien en Kiev" desee proseguir la "provocación" del 25 de noviembre de 2018, como Moscú calificó desde un principio el incidente naval del pasado año.

Mientras, algunos políticos no dudaron en tachar de acto de "piratería" dicho apresamiento, al tiempo que consideraron que este hecho dificultará la normalización de las relaciones bilaterales y la posible liberación de los marineros ucranianos.

El jefe del comité de Asuntos Internacionales del Senado ruso, Konstantín Kosachov, incluso llamó al presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, a aclarar si la auténtica Ucrania es la que "blande las armas" o la que "desea la paz" en la revuelta región de Donbás.

A mediados de este julio, los 24 marineros ucranianos, cuya liberación es demandada por Ucrania y Occidente, vieron prolongada su prisión preventiva por otros tres meses.

Zelenski volvió a insistir tras la victoria de su partido en las elecciones parlamentarias del pasado domingo que una de sus prioridades es el retorno a casa de todos los presos en poder de Rusia y de los separatistas prorrusos.

La Unión Europea se abstuvo de hacer comentarios hasta conocer en detalle lo ocurrido, pero Naciones Unidas llamó a ambas partes a la moderación y a evitar una nueva escalada en la zona.

Pese a la unánime condena internacional, el presidente ruso defendió el uso de la fuerza en noviembre contra los barcos ucranianos, tiroteados por los guardacostas rusos.