Después de otros episodios en los que Angela Merkel sufrió temblores, la canciller alemana ha roto este jueves en la ciudad de Berlín el protocolo habitual al participar sentada en la recepción oficial realizada en honor de la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen.

Ambas han escuchado la interpretación de los himnos nacionales de sus respectivos países sentadas en unas sillas colocadas en un pequeño podio frente a la orquesta.

Merkel no ha sufrido ningún temblor en esta ocasión y ha mantenido las manos en su regazo mientras ha permanecido sentada. A continuación, ha caminado junto a Frederiksen delante de los soldados.

La canciller alemana sufrió este miércoles otro episodio de temblores, el tercero en menos de un mes, durante una ceremonia de recepción al primer ministro finés, Antti Rinne. "No hay de qué preocuparse. Estoy firmemente convencida de que puedo rendir bien", declaró ella misma en una posterior rueda de prensa.

Merkel respondió con cautela a la pregunta de si la opinión pública tenía derecho a saber cómo estaba su salud tras el tercer temblor en otras tantas semanas.

"Creo que he hecho los comentarios pertinentes. Y pienso que mi declaración de que estoy bien debe ser aceptada. También creo que como vino, un día pasará. Pero aún no ha llegado ese momento", se limitó a decir. Por el momento no ha trascendido si la canciller ha estado recibiendo algún tipo de tratamiento médico.

La canciller anunció que mantendría sus compromisos. Este domingo, invitada por el presidente francés, Emmanuel Macron, tiene planeado asistir al tradicional desfile militar que se realiza en París durante la fiesta nacional francesa, en conmemoración de la toma de la Bastilla.