El presidente estadounidense, Donald Trump, ha dicho hoy al término de su encuentro con el líder norcoreano, Kim Jong-un, que ambos países comenzarán a celebrar reuniones de trabajo "en las próximas dos o tres semanas" sobre el proceso de desnuclearización.

"Lo que va a pasar es que en las próximas dos o tres semanas van a empezar a trabajar los equipos", ha dicho Trump tras concluir su encuentro a puerta cerrada con Kim en la frontera intercoreana, el cual ha durado unos 50 minutos.

Las conversaciones bilaterales sobre desnuclearización llevaban atascadas desde la fallida cumbre Kim-Trump del pasado febrero en Hanói.

"Vamos a tener un equipo trabajando en ello", dijo Trump antes de explicar que al frente de ese equipo van a estar el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el enviado especial de EEUU para Corea del Norte, Stephen Biegun.

El titular de la Casa Blanca ha asegurado que se ha tratado de "una reunión muy consistente" y que "no hay prisa" por completar la desnuclearización de Corea del Norte.

También quitó peso a unas recientes pruebas de misiles realizadas por Corea del Norte, argumentando que se trató de proyectiles de corto alcance "que cualquier país prueba con regularidad", y dijo que de momento no se va a levantar ninguna las sanciones que pesan sobre el régimen de Pionyang.

Con respecto al comentario realizado anteriormente por Trump diciendo que iba a invitar a Kim para que visite la Casa Blanca, el presidente estadounidense ha dicho que se lo ha propuesto antes de que comenzara su reunión a puerta cerrada.

"Se lo he preguntado fuera. Le he dicho,'¿Sabes qué? En el momento adecuado vas a venir, los dos vamos a estar ahí' Pero aún nos queda camino por recorrer. Veremos", ha afirmado sin especificar cuál ha sido la reacción de Kim a la propuesta informal.

El histórico encuentro entre ambos mandatarios, inicialmente planteado por Trump como un saludo de varios minutos, ha terminado convertido en una cumbre informal que ha servido para reactivar los contactos sobre desnuclearización estancados desde la falta de acuerdo mostrada en Hanói.

En la capital vietnamita, Pionyang abogó por una desnuclearización gradual acompañada del progresivo levantamiento de sanciones, una oferta que Washington -que sostiene que no relajará sanción alguna mientras el régimen no elimine sus programas nuclear, de misiles y de armas químicas y biológicas- consideró inaceptable.

Kim Jong Un: "Se trata de un momento histórico"

Por su parte, Kim Jong-un aseguró hoy durante su encuentro con Trump que "se trata un momento histórico que pretende poner fin al conflicto en la península" coreana.

Kim ha calificado el gesto de Trump "valiente", poco después de que el mandatario de EEUU dijese que va a invitar al líder norcoreano a visitar Washington.

"Le voy a invitar ahora mismo a la Casa Blanca", ha dicho Trump tras encontrarse con Kim en la frontera y momentos antes de que ambos iniciaran una reunión privada junto a la línea divisoria.

La oferta fue hecha en el encuentro que tuvieron ambos gobernantes antes de que entraran a una sala para celebrar una cumbre informal, en el lado surcoreano de la frontera, en un edificio conocido como Freedom House.

Trump se convirtió hoy en el primer presidente estadounidense que pisa territorio norcoreano, aunque brevemente, después de haber saludado en la línea fronteriza a Kim, que se acercó desde otro edificio situado en el borde norcoreano.

"Me alegro de verle de nuevo. No esperaba que jamás verle en este lugar", dijo Kim tras saludarse con un apretón de manos.

El presidente estadounidense, por su parte, consideró que "están pasando cosas muy positivas" en la península a raíz del acercamiento entre Washington y Pionyang iniciado el año pasado.

Una vez en el lado surcoreano, Kim y Trump se acercaron al presidente surcoreano, Moon Jae-in, antes de reunirse en privado los gobernantes, sin que estuviera presente el surcoreano, por lo menos en las imágenes que pudieron captar los periodistas antes de que fueran invitados a abandonar la sala.