El hispano-estadounidense Pablo Ibar, declarado en enero pasado culpable de un triple asesinato cometido en Florida en 1994, se salvó de una nueva condena a muerte por ese caso, pero pasará el resto de su vida en prisión.

El jurado del juicio presidido por el juez Dennis Bailey en Fort Lauderdale (Florida) le condenó a cadena perpetua por los asesinatos de Casimir Sucharski, dueño de un club nocturno, y de dos modelos, Sharon Anderson y Marie Rogers.

En cualquier caso, la sentencia del jurado de este miércoles no pondrá fin a estos 25 años del proceso, ya que la defensa recurrirá la resolución ante el Tribunal de Apelaciones del Cuarto Distrito de Florida, al considerar que tiene "armamento probatorio más que sobrado" para que se anule la condena y se celebre un nuevo juicio, el quinto.

Según el portavoz de la 'Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar', Andrés Krakenberger, esta vista oral ha estado "plagada de irregularidades", lo que les permite tener esperanzas en que se volverá a anular. No obstante, ha apuntado que, probablemente, este nuevo proceso del recurso de apelación se prolongaría durante seis años y considera que organizar una repetición de la vista oral supondría otros dos años.