El presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, se ha preguntado este miércoles cómo será el "lugar especial en el infierno" que aguarda a quienes promovieron la salida de Reino Unido de la Unión Europea sin prever un plan que asegurara que el divorcio no fuera caótico.

"Me he estado preguntando cómo será ese lugar especial en el infierno para aquellos que promovieron el Brexit sin ni siquiera (tener) un esquema del plan para llevarlo a cabo de manera segura", ha dicho Tusk para cerrar una declaración ante la prensa sin preguntas, tras reunirse con el primer ministro irlandés, Leo Varadkar.

Varadkar se encuentra en Bruselas para reunirse con Tusk y con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, un día antes de que los representantes de las instituciones europeas reciban también en la capital europea a la primera ministra británica, Theresa May.

La Unión Europea se mantiene firme en la defensa del plan de emergencia diseñado en el acuerdo de salida para proteger la frontera 'blanda' entre Irlanda e Irlanda del Norte, una salvaguarda que Dublín y el bloque comunitario ven "innegociable" y se niegan a limitar porque lo consideran imprescindible para proteger los Acuerdos de paz de Viernes Santo.

May, por su parte, recibió la semana pasada el encargo de la Cámara de los Comunes de convencer a la UE a 27 de la necesidad de reabrir la negociación del Tratado de Retirada para incluir cambios "legalmente vinculantes" sobre la salvaguarda irlandesa.

Así las cosas, Tusk ha querido dejar claro que la posición de los 27 no ha variado respecto a lo acordado con el Gobierno británico durante los 18 meses que han durado las negociaciones del Brexit, y ha subrayado que, aunque May venga a Bruselas, "la UE a 27 no está haciendo una nueva oferta".

Pide a May una "sugerencia realista"

De hecho, el presidente del Consejo ha pedido a la 'premier' que el jueves presente una "sugerencia realista sobre cómo acabar con el punto muerto" en el que se encuentra el proceso de retirada "ordenada" desde que el Parlamento británico votó en contra del acuerdo.

Con todo, Tusk se ha mostrado convencido de que "aún es posible" encontrar una "solución común" y se ha comprometido a hacer "todo lo posible" en esa dirección, aunque ha apelado a la responsabilidad de todos para tener las medidas de contingencia necesarias preparadas ante un "posible fiasco".

En su intervención, Tusk también ha recordado que "siempre" ha tenido el deseo de que se revirtiera el Brexit, pero ha asumido que "los hechos son inequívocos" y que no hay marcha atrás, entre otras cosas porque tanto May como el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, han negado esta posibilidad.

"Hoy, no hay fuerza política ni liderazgo efectivo para permanecer (en la UE). Lo digo sin satisfacción, pero no se puede discutir con los hechos", ha lamentado el exprimer ministro polaco.

Varadkar, por su parte, se ha sumado al argumento de que el acuerdo negociado entre Londres y Bruselas es "el mejor posible" y ha reiterado que el deseo de la UE es no tener que recurrir a la salvaguarda para proteger la frontera sin controles físicos en el Úlster, pero que es un instrumento irrenunciable en tanto que es una "garantía legal" en caso de que no se negocie alternativa mejor para el futuro.

"Creo que los hechos en Londres y la inestabilidad en la política británica durante las últimas semanas demuestran precisamente por qué necesitamos una garantía legal", ha expresado el primer ministro irlandés.