El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha asegurado este viernes que el Gobierno ha propuesto a sus socios de la UE que exija al "régimen" venezolano la convocatoria de elecciones libres y con supervisión internacional con un "plazo temporal" y que, si no lo cumple, se plantee otras medidas como "el reconocimiento del presidente interino (Juan Guaidó), para que sea la Asamblea quien convoque las elecciones".

Así lo ha asegurado Borrell en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que se ha celebrado durante la reunión del Comité Político y de Seguridad (COPS) de la UE. Esa propuesta, ha dicho, aún está en discusión, aunque la mayoría de socios "está por la labor".

Borrell no ha querido precisar cuál sería ese plazo que debe fijar la UE, pero ha dejado claro que no puede ser "de la noche a la mañana", porque la UE no debe "hacer seguidismo de otros países", pero tampoco se puede "dilatar" y que se pierda una ocasión en un momento en el que la oposición venezolana ha actuado de manera contundente. En un momento de la comparecencia ha aludido a plazos como cinco o siete días o dos semanas.

"Lo que se plantea es de claridad meridiana, nadie puede decir que estemos divagando", ha afirmado. Eso sí, ha precisado que la intención de la UE no es plantearlo como un "ultimátum", sino con la "lógica procedimental" de pedir elecciones a Nicolás Maduro, a quien ha llamado "presidente de facto" y, en caso contrario, buscar otra solución porque "la situación es insostenible para el pueblo venezolano".

Para el ministro español, ya no es el momento de "un proceso de diálogo que se pueda eternizar", sino de convocar elecciones con las garantías necesarias, dejando así claro que no es partidario del diálogo propuesto por el Gobierno de Venezuela y para el que México y Uruguay se han ofrecido.

Eso sí, ha reconocido las complicaciones de la posición europea. Si la UE reconociese a Guaidó, ha admitido, eso no tiene "efectos mágicos" y "no le entrega por arte de magia los resortes del poder político y administrativo" que está en manos de Maduro.

Si se produce ese reconocimiento, ha añadido, eso "marca un apoyo y genera un proceso político". En todo caso, ha subrayado que lo que la UE no quiere son soluciones violentas. "No vamos a hacer tuits pidiendo al Ejército venezolano que derroque violentamente al régimen como alguien ha hecho", ha señalado. Borrell ha condenado el hecho de que en las protestas y su represión hayan muerto ya 26 personas.

Pide una actitud constructiva a la oposición en España

Además, ha hecho un llamamiento a los partidos de oposición en España que muestren "actitud constructiva" que se centre en buscar soluciones, no en "erosionar al Gobierno". Según ha dicho, el Ejecutivo no busca rédito político, sino una solución, y eso le obliga a "hacer algún equilibrio", mientras que "los que no tienen responsabilidad de Gobierno se pueden permitir posiciones" que tal vez no ayudan a la solución.

Así, aunque la UE no reconoce el nuevo mandato de Maduro, porque fue elegido en unas elecciones que el bloque europeo no reconoció, ha justificado que se le dé a él la oportunidad de convocar elecciones porque es quien tiene los "resortes administrativos". Sin embargo, ha subrayado que deberían celebrarse "con supervisión y garantías internacionales".

"Un máster en derecho internacional"

Borrell se ha referido a Maduro como presidente "de facto" y, cuando se le ha preguntado a quién reconoce la UE como presidente le ha dicho al periodista que para responder a eso debería hacer "un máster en Derecho Internacional". Luego ha insistido en la tesis europea de que se reconocen Estados, no gobiernos, y ha dicho que algunos Gobiernos son "de facto".

De hecho, preguntado qué legitimidad tiene Maduro para convocarlas, ha respondido que en el mundo hay muchos Gobiernos no electos, o surgidos de elecciones que no se consideran justas ni libres, y aun así se trata con ellos.

Borrell, al igual que la ministra portavoz, Isabel Celaá, ha insistido en que la UE reconoce legitimidad a la Asamblea Nacional, elegida democráticamente, y ha hecho un llamamiento a las autoridades del Gobierno de Maduro a respetar la inmunidad parlamentaria de Guaidó, que este viernes ofrecerá una rueda de prensa.

El ministro ha asegurado que España quiere "una rápida restauración de la democracia en Venezuela", de manera que, si en la UE no se reúne el consenso necesario, "España no va a permanecer inactiva". En todo caso, ha recalcado que España "no va a remolque de la UE".

"Remolcamos a la UE", ha dicho, añadiendo que en el bloque se reconoce la especial implicación de España y Portugal y también de Italia. En todo caso, ha defendido que, puesto que en Venezuela viven cerca de un millón de europeos es "imprescindible" que la UE se implique.

También Celaá ha hablado de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "está liderando los movimientos que se está produciendo en la UE y en la comunidad iberoamericana".

Para el Gobierno también es importante mantener la unidad europea, aunque los países que no tienen allí tantos nacionales están menos implicados. Borrell ha reconocido que Reino Unido "se descolgó ayer", pero este país "está de salida, eso dicen".