El asesor político republicano Roger Stone, que fue colaborador del equipo de campaña de Donald Trump en su carrera hacia la Casa Blanca, fue detenido este jueves por cargos relacionados con la llamada 'trama rusa' que investiga el fiscal especial Robert Mueller.

Esta es la sexta persona vinculada a Trump que es acusada a raíz de la investigación abierta por Mueller para determinar si hubo injerencia rusa en la campaña electoral de 2016.

Según el contenido de los documentos judiciales hechos públicos a raíz de la detención, Stone parece haber actuado como un enlace entre la campaña de Trump y Wikileaks, que en medio de la campaña difundió correos electrónicos robados al Comité Nacional Demócrata que eran "perjudiciales" para la campaña de Hillary Clinton, la rival del hoy presidente en las elecciones de 2016.

Stone, de 66 años, ha proclamado su inocencia desde que comenzó la investigación y ha aseverado que no testificará contra Trump.

Sin embargo, un gran jurado formuló este jueves siete cargos contra él: cinco por declaraciones falsas, uno por obstrucción a la Justicia y otro por manipulación de testigos, informó a Efe la oficina del fiscal especial Robert Mueller.

Con esa acusación, agentes del FBI (policía de investigación) irrumpieron este viernes en la casa de Stone en Fort Lauderdale cuando aún no había amanecido para detenerle, según se pudo ver en unas imágenes exclusivas obtenidas por CNN.

El propio Stone, un personaje excéntrico con aspecto de "dandy" que se siente como pez en el agua en los medios y al que Netflix ha dedicado un documental, les abrió la puerta, según ese medio.

Está previsto que Stone comparezca este viernes ante la jueza Lurana S. Snow en la sede de las cortes federales en Fort Lauderdale. Su abogado defensor es Grant Smith, según medios de Florida.

"Nada que ver con la Casa Blanca"

La Casa Blanca rápidamente se distanció del excolaborador del presidente Trump y dijo que su detención "no tiene nada que ver" con el gobernante.

"Esto no tiene nada que ver con el presidente, nada que ver con la Casa Blanca", dijo la portavoz de Trump, Sarah Sanders, en declaraciones a la cadena de televisión CNN.

También el abogado del presidente, Rudolph Giuliani, dijo al diario The Washington Post en relación a la detención de Stone que "el presidente está a salvo aquí", ya que el caso tiene que ver principalmente con declaraciones falsas, y no con una conspiración con Rusia que salpique al presidente.

Las declaraciones falsas "no están bien, no deberías hacer eso", afirmó Giuliani al rotativo, e insistió en que "no hay evidencia de otra cosa que no sean declaraciones falsas".

Por su lado, Stone se ha mostrado hasta ahora tranquilo sobre las consecuencias que para él pueda tener la investigación de Mueller sobre una presunta conspiración con el Gobierno ruso para favorecer a Trump en las elecciones de 2016 en detrimento de la candidata demócrata, Hillary Clinton.

"Duermo bien por las noches sabiendo que no he cometido delito alguno en relación con las elecciones de 2016 o cualquier otra cosa", subrayó Stone en unas declaraciones en diciembre pasado.

En los documentos judiciales de su caso se afirma que en el verano de 2016 Stone fue contactado por altos funcionarios de la campaña de Trump en relación con "futuras filtraciones" de la "Organización 1".