El presidente estadounidense, Donald Trump, ha planteado este sábado una nueva alternativa para acabar con casi un mes de cierre parcial de la Administración federal que incluye tres años de financiación para los 'dreamers' a través del programa de Acción Diferida para los Llegados durante la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) --una vía de regularización de indocumentados-- y los 5.700 millones de dólares para instalar un muro de acero en la frontera con México.

"Sencillamente las dos partes de Washington tienen que unirse, que escucharse, que ponerse su armadura, construir confianza, superar el aislamiento y encontrar soluciones", ha afirmado Trump en un discurso televisado.

El mandatario ha subrayado que su objetivo es "romper el bloqueo" que paraliza parcialmente la Administración federal y ha dejado a 800.000 trabajadores federales sin sueldo. En su intervención, Trump ha intentado presionar a los demócratas para que apoyen su propuesta y vuelvan a la mesa de negociación evocando de nuevo la "crisis" en la frontera.

"Hay una crisis humanitaria y de seguridad en nuestra frontera sur que requiere de una acción urgente. La inmigración ilegal reduce los salarios y lastra los servicios públicos. La falta de control fronterizo es una puerta, una puerta muy ancha y abierta a Estados Unidos para criminales y pandilleros", ha apuntado.

Trump ha asegurado además que ha trabajado con altos cargos de ambos partidos y les ha instado a respaldar su iniciativa de "sentido común" con "un gran compromiso". "Esperamos su apoyo entusiasta (...). Este es un compromiso de sentido común que ambos partidos deberían apoyar", ha añadido.

El portavoz republicano en el Senado, Mitch McConnell, ha expresado ya su disposición a que se vote la iniciativa la semana próxima. "Es el momento de hacer una ley. Con cooperación bipartidista el Senado puede remitir una ley a la Cámara rápidamente para que también actúe", ha indicado.

La propuesta incluye 800 millones para ayuda humanitaria de emergencia, 2.000 agentes fronterizos y policías adicionales y 75 jueces de inmigración más. También incluye 370 kilómetros de barrera fronteriza.

Sin embargo, varios dirigentes del Partido Demócrata han expresado su rechazo a la propuesta incluso antes de que el inquilino de la Casa Blanca la presentara oficialmente.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha calificado la propuesta --filtrada a la prensa-- como "inaceptable", informa Reuters. "No es un intento de buena fe para restablecer la confianza en la vida de la gente" y posiblemente no sería aprobada ni en la Cámara de Representantes --de mayoría demócrata-- ni en el Senado --de mayoría republicana--.

"No puedo apoyar la propuesta de la que se ha informado y no creo que fuera aprobada en el Senado", ha argumentado por su parte el senador demócrata Dick Durbin. "Estoy dispuesto a sentarme cuando sea en cuanto reabra el Gobierno para trabajar para resolver las cuestiones pendientes", ha añadido.

Por su parte, el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, ha asegurado que "fue el presidente quien retiró las protecciones de DACA y TPS por primera vez. Ofrecer algunas protecciones a cambio del muro no es un consenso sino más bien una toma de rehenes".

Fuentes demócratas han asegurado que no se ha consultado con la formación la propuesta que anunciará Trump esta noche y han destacado que ya se han rechazado anteriormente iniciativas similares.

La Administración pública funciona a medio gas desde el pasado 22 de diciembre porque el Congreso, tanto los demócratas como algunos republicanos, se negó a liberar 5.700 millones de dólares para construir el muro, haciendo naufragar así el acuerdo sobre el nuevo techo de gasto.

Trump se ha mantenido firme en su demanda de más de 5.700 millones de dólares para financiar la construcción de su polémico muro a lo largo de la frontera con México, un ultimátum al que se oponen los demócratas.

El presidente esperaba que al ofrecer nuevas protecciones para algunos inmigrantes indocumentados se pudiese terminar con un mes de estancamiento en el Congreso. Describiendo el sistema migratorio de Estados Unidos como "gravemente roto", Trump ha afirmado que "estoy aquí para romper el atasco y proporcionar al Congreso un camino para poner fin al cierre del gobierno y resolver la crisis en la frontera sur".

Alrededor de una cuarta parte de los programas del Gobierno se han cerrado parcialmente por la falta de fondos, mientras Trump ha mantenido firme su demanda por los recursos para el muro que, según ha dicho, mantendría alejados a los inmigrantes ilegales y las drogas. El cierre parcial ha significado que 800.000 trabajadores federales estén sin permiso o trabajando sin paga desde el 22 de diciembre.