La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, tiene previsto exponer su 'plan B' ante los diputados británicos el próximo lunes, 21 de enero, con el objetivo de que sea sometido al voto de la cámara el martes 29 de enero, a dos meses exactos de la fecha prevista para el Brexit.

May vio el pasado lunes cómo la Cámara de los Comunes rechazaba por una aplastante mayoría el Tratado de Retirada negociado para asegurar una salida ordenada de Reino Unido, lo que pone en riesgo que el próximo 29 de marzo se produzca un divorcio caótico.

Tras superar el martes una moción de censura, May se ha comprometido a presentar un plan alternativo con el que aspira a desbloquear la situación, aunque no ha revelado los detalles.

Una de las hipótesis que se barajan es que Londres solicite a la UE a 27 aplazar la fecha de salida, para ganar tiempo y revisar las condiciones del divorcio o plantear la celebración de nuevas elecciones o un segundo referéndum.

Desde Bruselas eluden posicionarse sobre estos escenarios y recuerdan que por el momento no existe "ninguna petición oficial" al respecto. Si llega, añaden diversas fuentes europeas, deberá estipular claramente cuáles son las razones para tal prórroga y será un asunto que los líderes de la Unión Europea deberán discutir y decidir por unanimidad si aceptan o no.

En las últimas horas, la 'premier' británica ha hablado también con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el primer ministro holandés, Mark Rutte, en un intento por ganar apoyos en sus esfuerzos por hallar una solución a la crisis. Juncker es el último nombre añadido a su lista de llamadas de este viernes, pero se trata de una agenda "flexible" a la que se podrían sumar otros contactos, han señalado fuentes del Gobierno británico.