Las deliberaciones del jurado del cuarto juicio contra el hispano-estadounidense Pablo Ibar por un triple asesinato cometido en Estados Unidos en 1994 comenzaron hoy en la corte federal de Fort Lauderdale, en Florida (EE.UU.).

Los 12 miembros del jurado, ocho mujeres y cuatro hombres, iniciaron las deliberaciones después de que se produjera un incidente con uno de sus integrantes que fue cuestionado por la fiscalía.

La acusación del Estado quiso inicialmente reemplazar a una mujer del jurado y que su puesto fuera ocupado por uno de las cuatro personas de reserva, pero la defensa se opuso y finalmente permaneció como miembro del jurado.

Uno de los abogados de Ibar, Joe Nascimento, dijo a Efe que no tienen permitido revelar la naturaleza del incidente, aunque fuentes cercanas al proceso explicaron que se trató de algo "personal" y que no afectaba a la causa procesal.

Esta mañana, el jurado entró brevemente en la sala donde se celebró el juicio. El juez que preside el caso, Dennis Bailey, les saludó para poco después pedirles que se retiraran a deliberar.

Las jornadas de deliberaciones se extenderán desde las 9.00 de la mañana hasta las 20.00 de la tarde (14.00 y 01.00 del día siguiente, respectivamente), hasta que lleguen a un veredicto.

Las mismas fuentes que los miembros del jurado están alojados en un hotel, con vigilancia policial en los pasillos, para evitar que rompan la normativa establecida, como la prohibición de hablar sobre el caso fuera de la sala de deliberaciones.

En caso de que no hubiera unanimidad entre los miembros del jurado, el proceso sería declarado nulo y se iría a un nuevo juicio.

Ibar (46 años) estaba presente en la sala este miércoles, vestido de traje y visiblemente pálido y con el rostro extenuado.

Antes de que quedase visto para sentencia el caso, este miércoles, cuando la Fiscalía y la defensa hicieron una larga exposición de sus argumentos de cierre, se produjo un incidente en la sala.

Este momento de tensión llegó cuando en la segunda parte de las conclusiones del Estado el fiscal Chuck Morton instó al jurado a que su veredicto no sirviera para que Pablo Ibar quedase libre.

"No dejen libre a este asesino", dijo Morton, lo que provocó de inmediato las protestas de la defensa y la solicitud de anulación de juicio, un extremo que fue rechazado por Bailey.