Quince personas murieron y otra resultó herida de gravedad al estrellarse un avión de carga cerca de la ciudad de Karag, al oeste de Teherán, informó la Organización de Medicina Forense de Irán.

El director de gestión de crisis de esta organización, Mehrdad Ali Bajshí, explicó a la agencia oficial IRNA que los 15 cuerpos fueron trasladados al centro de medicina forense de la provincia de Alborz.

Bajshí señaló que 10 de los fallecidos, entre los que hay una mujer, ya han sido identificados y que los expertos trabajan en la identificación del resto.

En el Boeing-707 siniestrado viajaban un total de 16 personas, una de las cuales, un ingeniero de vuelo, sobrevivió al accidente, aunque se encuentra hospitalizado en estado crítico, según el portavoz de la Organización de Emergencias del país, Mojtaba Jaledí.

Jaledí había informado con anterioridad de que los equipos de rescate habían recuperado 9 cuerpos y que se esperaba que el resto de ocupantes del avión hubieran fallecido.

El Boeing-707 realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto Fath de Karag, pero el piloto no pudo controlar el avión en la pista.

El aparato se incendió tras estrellarse contra un muro del aeropuerto, adyacente a una zona residencial, donde en principio no se registraron víctimas ya que la vivienda afectada se encontraba vacía.

El avión siniestrado transportaba carne desde la ciudad de Bishkek, en Kirguistán, informó el Ejército iraní en un comunicado.

Los accidentes de avión son relativamente frecuentes en Irán debido a que la flota aérea se encuentra obsoleta a causa de las sanciones internacionales.

El siniestro más grave ocurrido recientemente tuvo lugar en febrero del año pasado, cuando se estrelló un ATR-72 de la aerolínea iraní Aseman en una zona montañosa del centro de Irán, causando la muerte a los 59 pasajeros y los seis miembros de la tripulación que viajaban a bordo.