El Tribunal Judicial de Braga ha condenado a un hombre a un año y medio de prisión por robar seis euros. El condenado acorraló a otro hombre en 2016 y le obligó a entregarle su cartera, que sólo contenía seis euros; tras coger las monedas, le devolvió la cartera a la víctima.

El ladrón reconoció durante el juicio haber cometido los hechos y mostró su absoluto arrepentimiento. Explicó que, debido a su adicción a las drogas, realizó el robo preso por la ansiedad y desesperación por conseguir algo de dinero.

El Tribunal le impuso la pena máxima aplicable en este caso teniendo en cuenta que el acusado tiene antecedentes penales; de hecho, se encuentra en prisión cumpliendo condena por otro suceso. El auto judicial indica que el hombre deberá devolver los seis euros y tendrá que abonar una indemnización a la víctima de 250 euros.

La sentencia ha generado una ola de críticas en la sociedad lusa, sobre todo a través de redes sociales, donde se ha criticado que la Justicia sea "fuerte con los débiles y débil con los fuertes". Otros aplauden que la sentencia haya sido tan ejemplar, pero piden que se aplique la misma severidad a todos los criminales.