El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, confirmó hoy que los Veintisiete han dado su respaldo político al acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea y a la declaración con los términos de su relación futura una vez consumado el Brexit.

"Los Veintisiete han respaldado el acuerdo de retirada y la declaración política sobre las futuras relaciones entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido", escribió Tusk en su cuenta de Twitter.

Los líderes de los Veintisiete países que permanecerán en la Unión Europea tras el Brexit han respaldado también este domingo los textos que aclaran que España tendrá la última palabra en cualquier negociación futura sobre Gibraltar.

Junto al acuerdo de retirada del Reino Unido y la declaración política que sienta las bases para la futura relación, los Veintisiete dieron su respaldo político a sendas declaraciones del Consejo Europeo y la Comisión Europea que aclaran el controvertido artículo 184 del pacto y el alcance territorial de futuros acuerdos sobre Gibraltar.

Tras este apoyo de los líderes comunitarios a las condiciones de la separación y a las orientaciones para negociar el futuro, la primera ministra británica, Theresa May, se ha unido al resto de líderes para una segunda sesión de reunión.

Este es solo el primer paso para formalizar el acuerdo, ya que es necesario que lo ratifiquen el Parlamento británico y el Parlamento europeopara que tenga validez. Está previsto que sea primero la Cámara británica quien se pronuncie, a principios de diciembre, y la Eurocámara lo hará en el pleno de febrero o marzo.

Más allá de la aprobación en los parlamentos, para convertirse en un texto legal el acuerdo de retirada necesita la aprobación de los veintisiete Estados miembros a nivel de ministros (Consejo de la UE) por mayoría cualificada reforzada, es decir, que al menos el 72 % de los países vote a favor y que esos Estados representan al menos el 65 % de la población de la UE.

"Los amigos, amigos serán hasta el final", escribió Tusk en su cuenta de Twitter la víspera de la cumbre, recordando a Freddie Mercury para ilustrar la voluntad del bloque de cara al futuro, tras 17 meses de negociación que ponen fin a una compleja relación que ha durado 45 años.

En su carta de invitación a los jefes de Estado y de Gobierno, Tusk ya dijo que los negociadores han hecho un "buen trabajo" y que todos buscaron alcanzar un acuerdo "bueno y justo", porque "nadie quería derrotar a nadie".

"Creo que finalmente hemos encontrado el mejor compromiso posible", indicó, para pedir el respaldo de los mandatarios al acuerdo, un texto de 585 páginas, legalmente vinculante, que afianza los derechos de los ciudadanos tras la desconexión, determina la factura que deberá asumir Londres tras la salida (unos 50.000 millones de euros) y prevé una solución de emergencia para evitar una frontera dura en el Úlster si no se logra a tiempo un acuerdo sobre las relaciones futuras.

Los líderes han adoptado también una declaración política que, sin el valor jurídico del primer documento, marca el camino que las partes quieren seguir en las negociaciones del marco futuro de las relaciones, cuando Reino Unido sea ya un país tercero.

El objetivo es sellar una relación que las dos partes quieren "amplia, profunda y flexible", a través de cooperación en materia comercial, económica, justicia, política exterior, seguridad, defensa y otras áreas, y en la que se comprometen a trabajar unidos para salvaguardar el Estado de derecho, el orden internacional, la democracia y los altos estándares de un comercio libre y justo.

El visto bueno de los líderes y su voluntad de crear una relación sólida en el futuro, incluida una zona de libre comercio, ha quedado reflejado también en un texto de conclusiones que no menciona la cuestión de Gibraltar y que pide a la Comisión y al Consejo hacer todo lo necesario para asegurar que el divorcio se lleva a cabo de forma ordenada.

Además, las notas de las actas del Consejo europeo recogerán la exigencia de España de dejar por escrito que ningún acuerdo que la Unión Europea negocie en el futuro con Reino Unido tendrá efecto en el territorio de Gibraltar hasta que España dé su autorización.

Una carta del embajador británico ante la UE, en nombre del Gobierno británico, que promete interpretar los acuerdos en el mismo sentido que lo hace el bloque ha sido la otra contrapartida obtenida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para retirar su amenaza de veto.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha dicho que la solución hallada para convencer a España garantiza que "ninguna negociación puede darse sobre Gibraltar sin el acuerdo de España" y ha añadido que no le sorprendió que el Gobierno español reclamara estas aclaraciones y se diera con una solución.

También ha explicado que fue "más fácil" convencer a Madrid que a Londres para aceptar la propuesta sobre la mesa para dar claridad jurídica al estatus de Gibraltar, porque se trataba de "garantizar" a España "que nada puede ocurrir en contra de su voluntad".

"Un divorcio es un divorcio, un divorcio nunca puede suceder sin pérdidas", ha concluido el jefe del Ejecutivo comunitario, para quien hoy es "un día triste, una tragedia" por lo que supone la ruptura de la UE y Reino Unido.

Otros líderes como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, o el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, han apuntado también a su llegada que consideran que España ha logrado las garantías necesarias y celebrado su apoyo al acuerdo.

Reino Unido dejará de ser parte de la UE el 30 de marzo de 2019, pero durante una fase de transición de año y medio, hasta finales de 2020, seguirá siendo parte del Mercado Común y estará sujeto a las mismas leyes y bajo la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la UE (TUE) --pero sin representación, voz, ni voto en las instituciones--. Este periodo, pensado para dar tiempo a instituciones, empresas y ciudadanos a adaptarse a los cambios, podrá prorrogarse, una única vez ,"hasta uno o dos años", con lo que en la práctica la separación definitiva no llegará hasta diciembre de 2022.

"Ahora es momento de que todos asuman su responsabilidad. Todos", ha avisado el jefe negociador europeo, el francés Michel Barnier, a su llegada a la cumbre, en un mensaje dirigido al Parlamento británico para que no tumbe lo negociado a nivel técnico y político.

Barnier ha recalcado en su mensaje que la UE "nunca" ha negociado "en contra de Reino Unido" y que ahora se deben dar los pasos necesarios para construir una relación ambiciosa y de confianza para el futuro. "Seguiremos siendo aliados, socios y amigos", ha concluido.