El Gobierno británico respaldó al término de una reunión extraordinaria el borrador del Brexit acordado a nivel técnico por los negociadores del Reino Unido y la Unión Europea (UE), anunció la primera ministra, Theresa May.

En una declaración ante su residencia oficial de Downing Street y tras cinco horas de reunión, la "premier" conservadora comunicó el apoyo político de su gabinete de ministros a este pacto preliminar, después de unas complejas negociaciones sobre la retirada británica de la UE, que se concretará el 29 de marzo de 2019.

May afirmó que el acuerdo al que ha llegado con la UE sobre el Brexit es "el mejor que podía ser negociado"

La jefa del Gobierno admitió que se trató de un "larga, detallada y apasionada" reunión del Gobierno sobre la futura relación que tendrá el Reino Unido con el bloque europeo.

El acuerdo se alcanzó, explicó, después de miles de horas de reuniones entre los negociadores hasta superar el principal escollo, el de la frontera entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte, porque el objetivo de todas las partes es que siga siendo invisible para no perjudicar la economía ni el proceso de paz en ese territorio.

May planteó a sus ministros que las únicas opciones sobre la mesa eran aceptar el documento de 585 páginas acordado con los negociadores comunitarios, abandonar la UE sin acuerdo alguno o bien que no se produzca el Brexit.

El Ejecutivo concluyó de "forma colectiva" que el borrador debía ser aprobado y reconoció que esta decisión "no se ha tomado a la ligera", sino anteponiendo el interés nacional del Reino Unido, agregó May.

Este país, insistió, recuperará "el control de nuestro dinero, nuestras leyes y fronteras, pondrá fin al libre movimiento, protegerá los empleos, la seguridad y nuestra unión" de las cuatro regiones -Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte-.

300 migrantes de la caravana ya han llegado a la frontera de EEUU

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Bruselas se muestra optimista después de que Theresa May consiga el apoyo de su gabinete. Agencia Atlas- AFP

La "premier" también informó de que este jueves hará una declaración en la Cámara de los Comunes para explicar el borrador del pacto.

El documento incluye una salvaguarda para evitar el restablecimiento de una frontera entre las dos Irlandas después de que el Reino Unido abandone el bloque de los 27.

El acuerdo a nivel técnico que han convenido Londres y Bruselas reitera el compromiso por ambas partes de mantener abierta la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda en cualquier circunstancia, el principal escollo que quedaba por resolver en las negociaciones hasta ahora.

Para lograr ese objetivo, Londres espera llegar cuanto antes a un nuevo tratado comercial con la UE que permita una aduana sin fricciones entre ambos territorios.

Mientras se negocia ese futuro pacto, que puede tardar años en llegar, se ha establecido un mecanismo de seguridad por el cual el Reino Unido al completo se mantendrá alineado con las normas comunitarias, una solución que preserva la unidad territorial británica, tal como exigían tanto May como los unionistas norirlandeses.

El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, destacó que el borrador protege el proceso de paz en la isla de Irlanda, que se sustenta en parte en la invisibilidad de la frontera.

El negociador jefe de la Unión Europea (UE) para el Brexit, Michel Barnier, celebró que ambas partes hayan logrado una "solución" para evitar una "frontera dura" en la isla.

A pesar del consenso colectivo en el gabinete, May admitió que quedan "días difíciles por delante".

El acuerdo debe ser refrendado ahora tanto por los socios comunitarios restantes como por el Parlamento británico, donde la primera ministra no tiene asegurada una mayoría para respaldarlo.

"Esta decisión va a ser sometida ahora a un intenso escrutinio y así es como debe ser. Es completamente comprensible", dijo la mandataria conservadora, que espera someter el pacto a votación antes del receso navideño.

Tras la retirada del Reino Unido de la UE, empezará un periodo de transición que terminará hasta finales de 2020.

En el seno de la formación de May, euroescépticos como el exministro Boris Johnson han sugerido que podrían votar en contra del acuerdo, lo mismo que partidarios de celebrar un nuevo referéndum, como Jo Johnson -hermano de Boris- y la diputada Anna Soubry.

El norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), de cuyos diez diputados depende la mayoría conservadora en los Comunes, también ha dado señales de que se plantea votar contra el pacto.

Entre los "tories" partidarios de un Bretix duro, el tratado que espera formalizar May no es aceptable porque consideran que puede obligar al Reino Unido a seguir las normas comunitarias sin poder influir en ellas durante varios años.

Esa perspectiva impulsó una vez más durante la tarde de hoy los rumores de que el sector crítico de los conservadores planea forzar una moción de confianza a la primera ministra, una especulación que los medios británicos han publicado desde hace semanas sin que se haya llegado a materializar hasta ahora.

La diputada "tory" Nadine Dorries afirmó, tras conocer la decisión del gabinete, que esta es "la ruta más rápida para unas primarias" en la formación.

Mark Francois, vicepresidente del European Research Group (ERG), que agrupa a algunos de los conservadores más euroescépticos, indicó que muchos de sus colegas están "molestos" con el texto que ha acordado May y emplazó a esperar "a ver qué ocurre en los próximos días".

May tampoco se ha asegurado el apoyo unánime de su gabinete. A pesar de que ha recibido su respaldo colectivo, fuentes cercanas al Gobierno han asegurado a medios británicos que en torno a un tercio de los miembros del Ejecutivo mostró reticencias a los términos del pacto durante la reunión de esta tarde.