Los demócratas han logrado arrebatar la mayoría a los republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos en las elecciones de mitad de mandato que han tenido lugar este martes, una victoria que vaticinaban las encuestas y que, a falta de conocer su holgura, supondrá un freno al presidente, Donald Trump, para avanzar su agenda en el Congreso.

La proyección de las cifras de recuento, a falta de la mayoría de estados de la costa oeste, apuntan a que los demócratas han vencido en la Cámara Baja logrando al menos los 23 asientos que necesitaban arrebatar a los conservadores para hacerse con la mayoría, un número que podría ampliarse hasta en otros diez escaños.

Durante su discurso de victoria, la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, aseguró que "mañana será un nuevo día" para el país e insistió en que servirá para poner fin a la división que vive EEUU.

Proyecciones electorales

Elecciones legislativas en EEUU 2018

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El cambio demócrata comenzó en Virginia, donde la actual congresista del Partido Republicano, Barbara Comstock, perdió su escaño en la Cámara de Representantes por el 10º distrito del estado ante la demócrata Jennifer Wexton.

Esa carrera, en un distrito suburbano del norte de Virginia que Hillary Clinton ganó por 10 puntos porcentuales en 2016, era considerada por muchos observadores fundamental para las esperanzas republicanas de mantener el control de la Cámara Baja.

En Florida, la demócrata Donna Shalala se hizo con el escaño del distrito 27º, que conservaba desde 1989 la republicana Ileana Ros-Lehtinen, veterana cubano-estadounidense que se retiró este año, mientras que la también progresista Debbie Mucarsel-Powell venció al congresista conservador Carlos Curbelo por el distrito 26º.

Las mujeres, hasta el momento, parecen liderar las victorias para el giro demócrata de la Cámara de Representantes, donde hasta hoy los republicanos gozaban de una ventaja de 235 escaños por 193 de la oposición, más siete asientos vacantes.

De la mano del rechazo al presidente Donald Trump, los demócratas esperan tener unos resultados similares a los comicios de 2006, cuando se hicieron con 31 escaños ocupados por el Partido Republicano en medio del descontento de los votantes con el entonces presidente, George W. Bush, y la guerra de Irak.

Victoria republicana en el Senado

Sin embargo, las altas expectativas de los demócratas que indicaban una "ola azul" se han visto deslucidas por la victoria republicana en el Senado, donde los conservadores mantendrán la mayoría e incluso, previsiblemente, será mayor.

En la Cámara Alta, los republicanos cumplieron con el guión anticipado por los sondeos y según las proyecciones de voto mantienen su mayoría gracias a candidatos afines al presidente estadounidense.

Antes incluso del cierre de los colegios electorales en la costa oeste del país, las proyecciones indicaban ya que los republicanos se habían hecho con al menos tres escaños que hasta ahora estaban en manos demócratas, lo que apunta a que podrían aumentar la mayoría de 51-49 que venían ostentando hasta ahora.

Aunque aún no se puede confirmar el número exacto de escaños de ventaja con los que contarán los republicanos a partir del próximo enero, cuando tome posesión el nuevo Congreso, las proyecciones de resultados confirman las encuestas de los últimos meses, que apuntaban a una mayoría conservadora en la Cámara Alta.

La primera gran victoria de la noche para los republicanos en el Senado fue la de Mike Braun, que se hizo con asiento del Senado por Indiana, hasta ahora en manos del demócrata Joe Donnelly.

Braun, un empresario republicano, se impuso con el 53,7 por ciento de los votos a Donnelly, que no pudo ganar la reelección en ese bastión republicano, estado en el que el presidente Donald Trump se impuso por más de 20 puntos en 2016.

A lo largo de la campaña, Braun recibió el apoyo de Trump a través de las redes sociales y en persona, ya que el mandatario acudió a mítines en Indiana en dos ocasiones en la última semana.

Además, la ratificación de Donelly en la Cámara Alta se complicó después de que el senador demócrata votase en octubre en contra de la confirmación del juez conservador al Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, acusado de haber abusado sexualmente de varias mujeres.

Por otro lado, parece inevitable la derrota de la senadora progresista por Dakota del Norte Heidi Heitkamp, a quien le separan más de 9 puntos del republicano Kevin Cramer, con el 92 % escrutado.

Cramer también jugó en un terreno con condiciones favorables para su victoria, ya que Donald Trump se impuso a Hillary Clinton en ese estado por casi 40 puntos porcentuales en las presidenciales de 2016.

El candidato republicano, que hasta ahora estaba en la Cámara de Representantes nacional, se ganó la confianza de Trump gracias a su apoyo a la ambiciosa reforma fiscal aprobada en diciembre y por abogar por la línea dura en inmigración que defiende el presidente.

En las últimas semanas, Trump también participó en mítines en Misuri para que el candidato republicano, Josh Hawley, avanzara en su disputa con la senadora demócrata Claire McCaskill.

Pese a que las encuestas habían anticipado una lucha férrea por ese escaño, Hawley se impuso por casi 8 puntos porcentuales.

Por otra parte, el senador republicano por Texas Ted Cruz, quien fue retado en los últimos meses por el demócrata Beto O'Rourke acaparando gran atención nacional, consiguió conservar su escaño, aunque por un margen más ajustado de lo que históricamente suelen registrar los conservadores en el estado de la 'estrella solitaria'.

El candidato demócrata estuvo por delante de Cruz gran parte de la noche, pero O'Rourke perdió finalmente la contienda.

"¡Gracias Texas! Ahora volvamos a trabajar para defender empleos, la libertad y la seguridad para Texas y Estados Unidos", señaló Cruz en su cuenta oficial de Twitter.

Las batallas más disputadas aún por dilucidar son las de Florida, con el demócrata Bill Nelson defendiendo su asiento contra el republicano Rick Scott, y el escaño por Arizona que deja vacante el republicano Jeff Flake y se disputan la demócrata Kyrsten Sinema y la conservadora Martha McSally.

Scott, gobernador saliente de Florida, se ha dado como ganador, pero Nelson no ha aceptado su derrota, cuando los separa menos de un punto porcentual y queda un 1 % de votos por escrutar.