El líder opositor ruso Alexéi Navalni fue detenido hoy en Moscú nada más recobrar la libertad tras cumplir un pena de 30 días de arresto por organizar una protesta no autorizada, informó en Twitter Leonid Vólkov, uno de sus más próximos colaboradores. "A Alexéi Navalni lo detuvieron el salir del centro de reclusión", escribió Vólkov en la red social.

Agregó que al líder opositor se le acusa de una nueva falta administrativa: "Infracción durante la celebración de un mitin con daño a la salud de una persona".

Según Vólkov, aunque esta falta se castiga con hasta 20 días de arresto, la acusación "apunta, desde luego, a la fabricación de un nuevo caso penal" contra Navalni.

Ya en mayo pasado el dirigente opositor cumplió una pena de 30 días de arresto por manifestarse contra la investidura del presidente ruso, Vladímir Putin.

"Navalni ahora ha estado preso 30 días, y estos 30 días han sido para Putin los peores y más difíciles en los últimos 20 años", escribió Vólkov, en alusión a las protestas por el aumento de la edad de jubilación y los malos resultados electorales del partido oficialista Rusia Unida.

Según Volkov, Navalni será puesto a disposición del juez en el curso del día de hoy. El líder opositor, de 42 años, se ha convertido con sus denuncias de corrupción en el azote del entorno del jefe del Kremlin.

Entre los altos funcionarios señalados por el dedo acusador de Navalni se encuentran el primer ministro, Dmitri Medvédev; el fiscal general Yuri Chaika; el presidente de la Duma o Cámara de Diputados, Viacheslav Volodin, y el director del Fondo de Pensiones, Antón Drozdov.

Una de las últimas denuncias del Fondo de Lucha contra la Corrupción, que dirige Navalni, fue contra el comandante en jefe de la Guardia Rusa, general Vladímir Zólotov, acusado de montar una trama para robar millones de euros a ese cuerpo armado, que se subordina directamente a Putin.

Zólotov respondió a las acusaciones con un vídeo en el que retó a duelo a Navalni y prometió hacerlo "picadillo en un par de minutos".