Al menos 640 niños migrantes o refugiados han perdido la vida en el Mediterráneo desde 2014, ha recordado hoy Save the Children con motivo de cumplirse este domingo tres años de la muerte de Aylan Kurdi, el niño refugiado sirio cuyo cuerpo fue hallado en una playa de las costas de Turquía.

En lo que llevamos de año, 1.549 personas han muerto tratando de llegar a Europa, de las cuales 64 eran niños y niñas, recalca la ONG en un comunicado.

Además, los datos de la Organización Internacional para las Migraciones demuestran que el número de menores ahogados cuando trataban de llegar a las costas europeas "no ha dejado de aumentar", según Save the Children, que cree que las cifras podrían ser mayores pues muchas de las desapariciones que se producen no están certificadas ni documentadas.

La organización ha advertido de que los niños migrantes y refugiados, especialmente los que viajan solos, son "los más vulnerables en estos desplazamientos por mar y tierra frente al riesgo de sufrir explotación, violencia y tráfico de personas".

"Es necesario que el Gobierno lidere un cambio de políticas migratorias que permita a los niños y niñas refugiados buscar protección en Europa a través de vías legales. No podemos permitir que más niños sigan poniendo en riesgo sus vidas en el mar o en manos de las mafias", ha manifestado el director general de Save the Children, Andrés Conde.

"La mitad de las personas que requieren protección internacional son hoy niños y niñas; de lo que hagamos con ellos dependerá, en buena medida, el futuro tanto de sus países de origen, si algún día pueden y quieren volver, como de las propias sociedades de acogida", ha añadido.