Venezuela estrena este martes una nueva familia de billetes con cinco ceros menos, en el marco de una reconversión monetaria que arrancó en un día decretado como no laborable y en medio de la hiperinflación en la que se encuentra sumergido el país desde finales de 2017.

La simplificación contable se enmarca en el plan de "recuperación y expansión económica" ideado por el presidente Nicolás Maduro, que ha anunciado otras medidas para hacer frente a la grave crisis, algo que el chavismo respaldará este martes con una movilización, mientras la oposición lo rechazará con un "paro nacional".

Los billetes del nuevo cono monetario, que comenzaron a circular este martes bajo el nombre de bolívar soberano, tienen denominaciones que están más ajustadas a la inflación nacional que, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), cerrará el año en 1.000.000%.

Maduro defendió este martes el comienzo "exitoso" de la reconversión y señaló que para la noche de este lunes "todas las operaciones" estaban funcionando al 100%. Sin embargo, la Comisión de Finanzas del Parlamento, de mayoría opositora, aseguró que la reconversión se inició casi desfasada debido a la hiperinflación.

Es una "reconversión monetaria que ya prácticamente quedó desfasada frente al espiral inflacionario que se le suma a la hiperinflación que estamos viviendo", dijo el presidente de la comisión, Rafael Guzmán. El legislador criticó que el Gobierno no acompañe la simplificación contable con otras medidas para frenar la inflación.

"Parece que los pronósticos del FMI (...) se van a quedar cortos", advirtió al volver a rechazar los anuncios económicos de Maduro, entre los que también está un aumento abrupto de salario.

El mandatario venezolano insistió este martes en que "viene un proceso de adecuación de la economía" e informó que este martes el Banco Central y el Ministerio de Finanzas explicarán los "términos" de las subastas de divisas que, por el momento, se realizarán tres veces a la semana, pero que se planea hacerlas a diario.

Dentro del plan, Maduro prevé acabar con el dólar del mercado negro y para ello establecerá "un solo tipo de cambio fluctuante anclado al petro (criptomoneda gubernamental)", por lo que llamó este martes a todos los sectores privados "a entrar en juego".

El gobernante también ha dicho que aumentará el precio de la gasolina a estándares internacionales y ha convocado a los ciudadanos a acudir a un censo para que puedan obtener un subsidio.

Precisamente la gasolina, cuyo precio es tan bajo que llenar un tanque mediano es 700 veces más barato que en el vecino Colombia, experimentó un aumento de facto este lunes, pues los billetes con que se pagaban estos combustibles son de circulación ilegal desde este martes.

Efe pudo constatar que dos gasolineras del centro de Caracas cobran hasta 10 veces más que el viernes por llenar los tanques de autos y motocicletas, un precio que sigue siendo casi gratis debido al subsidio estatal a estos hidrocarburos.

"Riesgo de quiebra"

La Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción (Fedecámaras) de Venezuela aseguró este martes que las empresas están en "riesgo de quiebra" tras los ajustes económicos decretados por Maduro.

"Ajustar los salarios, aunque necesario, al ser incrementados en un monto del 3.500% se hace totalmente inmanejable para una economía que está sumergida en una grave depresión. No existe el nivel de actividad económica, ni el flujo de caja en las empresas para poder cumplir con este incremento", advirtió Fedecámaras.

Maduro anunció el viernes que los ingresos de los trabajadores se multiplicarán por 35 desde el 1 de septiembre y que el Ejecutivo asumirá el diferencial en las nóminas de todo el sector privado durante 90 días para garantizar, según dijo, que no suban los precios.

Esta oferta, según la patronal, es "poco creíble por sus dificultades de aplicación, sin olvidar la necesidad de elevar el dinero inorgánico" para cumplirla.

El presidente de Fedecámaras, Carlos Larrazábal, cree que el plan de ajuste del Ejecutivo está "lleno de incoherencias" entre ellas la intención de mantener un control de precios que será renovado este martes, cuando el Gobierno anunciará los nuevos costos "acordados" de 25 productos.