Las autoridades de Jordania han informado este domingo de que han autorizado a Naciones Unidas para gestionar la entrada y el paso de 800 'cascos blancos' que han sido evacuados del sur de Siria por el avance de la ofensiva de las fuerzas leales al régimen que preside Bashar al Assad.

Mohamad al Kayedd, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores jordano, ha dicho que su Gobierno ha aceptado la solicitud que le han planteado Reino Unido, Alemania y Canadá para conceder asilo temporal por motivos humanitarios a los 800 'cascos blancos', hasta que sean trasladados a países occidentales.

Los 800 trabajadores del servicio de rescate que opera en zonas de Siria controladas por fuerzas rebeldes han llegado a Jordania tras ser evacuados de Siria por el territorio israelí, con la colaboración del Ejército israelí.

En un comunicado, el Ejército israelí ha informado de que ha completado una operación humanitaria "para rescatar a miembros de la organización civil siria y sus familias, ante el riesgo inmediato al que estaban sometidas sus vidas de no hacerlo". Las Fuerzas de Defensa israelíes han dicho que la evacuación se ha realizado a petición de Estados Unidos y de países europeos.

En junio, el régimen sirio lanzó una ofensiva en la provincia de Deraa. Ante el avance de las tropas gubernamentales, los rebeldes asentados en Quneitra llegaron a un acuerdo por el cual se sometían a Damasco o eran evacuados a Idlib, en el norte.

La batalla por el control del suroeste de Siria, un territorio estratégico por hacer frontera con Israel y Jordania, ha concedido al Gobierno una importante victoria. Ahora, solo le queda por recuperar el territorio comprendido entre Idlib y la ciudad de Jarablus.

También ha dejado más de 300.000 desplazados internos, de los cuales la mayoría ha regresado a medida que se ha ido pacificando Deraa. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) calcula que aún quedan unos 140.000 para los que ha pedido un "paso seguro".