Los 12 niños atrapados desde hace dos semanas en una cueva inundada de Tailandia han transmitido palabras de cariño y ánimo a sus padres y pedido a sus profesores que no les pongan muchos deberes en sus primeras cartas al exterior.

"Lo que queremos decir: Los niños dicen que no os preocupéis. Todos somos fuertes. Cuando salgan querrán comer mucho y volver a casa lo más pronto posible. Maestro, ¡no nos des demasiada tarea!", reza la misiva, escrita por el profesor que está atrapado con ellos, y entregada a los buceadores que les han proporcionado víveres y mantas.

"Quiero decir a los padres que los niños se encuentran estupendamente. La gente se está ocupando muy bien de ellos y prometo que cuidaré de ellos lo mejor que pueda. Gracias a todos por la ayuda. Y lo siento mucho", ha escrito el profesor de los niños en la misiva, recogida por la Marina tailandesa y traducida por la cadena británica BBC.

Existe un "límite de tiempo" para poder salvar a los niños atrapados, según ha advertido el líder de la misión de rescate este sábado.

La advertencia se ha producido un día después de que un miembro de los Navy SEALS, la Marina tailandesa, perdiese la vida durante las tareas de rescate al quedarse sin oxígeno en el interior de la cueva. Lo que comenzó como una excursión a la cueva de Tham Luang con motivo de celebración del cumpleaños de uno de los menores se ha convertido en una de las misiones de rescate más difíciles que se han tenido que llevar a cabo en el país.

Un equipo de Navy SEALS, soldados, policías y voluntarios ha estado trabajando a contrarreloj para intentar drenar la cueva. Los niños, miembros de un equipo de fútbol infantil, tienen entre 11 y 16 años. No todos saben nadar bien y sin embargo, están siendo entrenados por el equipo para que intenten salir a través de pasajes estrechos y llenos de barro hasta la salida de la cueva.

"El punto crítico se producirá cuando vuelva a llover. El tiempo es limitado", ha explicado Narongsak Osottanakorn, jefe de la misión y exgobernador de la región de Chiang Rai. Según ha explicado, su prioridad es intentar reducir el nivel de riesgo lo máximo posible, por lo que la bajada de los niveles de oxígeno en el interior de la cueva son "una gran preocupación".

Entre las alternativas de rescate que se han planteado una es la de proporcionar a los jóvenes atrapados oxígeno y provisiones para que puedan sobrevivir durante varios meses hasta que finalice la temporada de lluvias en Tailandia o intentar construir una balsa que quepa en la cueva para sacarles.