La Policía alemana investiga un posible caso de asesinato múltiple por envenenamiento de la merienda consumida en la pausas de la jornada laboral, cuyo responsable sería un compañero de trabajo actualmente en prisión preventiva.

El sospechoso es un hombre de 56 años, empleado de una empresa de la localidad de Schloß Holte-Stukenbrock, en la región de Bielefeld (oeste), a quien se observó un comportamiento extraño a través de las cámaras de video-vigilancia, después de que un compañero de trabajo detectara una substancia extraña en su bocadillo.

A raíz de este caso se abrieron investigaciones sobre los casos de hasta 21 antiguos empleados de la firma, muertos desde 2000 poco después de jubilarse, de infarto o tras enfermar de cáncer.

La Policía de Investigaciones de lo Criminal del "Land" de Renania del Norte-Westfalia ha abierto diligencias por sospecharse que la causa de esas muertes fue intoxicación grave con alguna substancia.

El sospechoso hasta el momento se ha negado a hacer declaraciones, pero según el comunicado emitido hoy por la Policía en su domicilio se encontraron substancias susceptibles de ser empleadas para producir un veneno, entre ellas mercurio, plomo y cadmio.

De acuerdo con las investigaciones en curso, en el bocadillo del compañero de trabajo que detectó un polvo extraño había restos de acetato de plomo en cantidad suficiente para provocar daños en sus órganos vitales.

La Policía de Bielefeld ha creado una comisión especial de 15 miembros para investigar las muertes precedentes y contactos con sus familiares y médicos que les atendieron, para proceder a la exhumar esos cuerpos si se considera pertinente.

Según medios locales, por el momento se han reforzado las sospechas de intoxicación por metales pesados en dos antiguos empleado que enfermaron repentinamente, uno de ellos actualmente en coma, mientras que el otro se encuentra en tratamiento de diálisis.