La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, expresó hoy su deseo de ayudar a los niños inmigrantes que fueron separados de sus padres a reunirse con sus familias "lo más rápido posible".

Melania hizo esas declaraciones en la localidad de McAllen (Texas), fronteriza con México y adonde viajó de forma inesperada para conocer de primera mano la situación de los niños inmigrantes.

"Estoy aquí para saber de esta instalación, en la que sé que hay niños alojados a largo plazo. Y también me gustaría saber cómo puedo ayudar a estos niños a reunirse con sus familias lo más rápido posible", dijo Melania.

La primera dama agradeció la "compasión", el "trabajo duro" y la "amabilidad" que los empleados del centro muestran con los niños cada día en lo que describió "como unos tiempos duros".

Melania intervino en una sala que en las paredes tenía dibujos de menores y un mural con un árbol de hojas verdes y un cartel amarillo en el que podía leerse: "El árbol de la bondad".

La primera dama comenzó su visita en el centro de niños de McAllen, que forma parte de los servicios sociales de la Iglesia Luterana y está gestionado por el Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS), encargado de la custodia de los menores inmigrantes.

Unos 60 niños, de entre cinco y 17 años y en su mayoría procedentes de El Salvador y Honduras, viven actualmente en ese centro, según un alto funcionario de la Casa Blanca.

De acuerdo a esa fuente, solo seis de esos 60 niños fueron separados de sus padres como resultado de la política de "tolerancia cero" que puso en marcha en abril el Gobierno del presidente de EE.UU., Donald Trump.

Después de visitar el centro, Melania se dirigirá a otras instalaciones ubicadas también en McAllen y que están gestionadas por los agentes de la Patrulla Fronteriza.

Melania pidió el martes a su oficina que planeara un viaje a la frontera lo antes posible, porque "quería ver todo por sí misma", informó su portavoz, Stephanie Grisham, en declaraciones a periodistas durante el vuelo hacia Texas.

La primera dama ha mostrado públicamente sus reticencias a la política de "tolerancia cero" que obliga a presentar cargos criminales contra cualquier adulto que cruza irregularmente la frontera con México.

Como resultado, los niños son separados de sus padres, puesto que los menores no pueden ser imputados por ningún crimen.

Trump firmó ayer una orden ejecutiva para frenar la separación de familias y que obligará a los niños inmigrantes a ser arrestados indefinidamente junto a sus padres en centro de detención.