El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado este viernes el envío de ayuda federal a los afectados por el volcán Kilauea en la isla de Hawái, que entró en erupción el pasado 3 de mayo.

La decisión del dirigente estadounidense ha tenido lugar después de que el gobernador hawaiano, David Ige, presentara una solicitud formal de asistencia destinada a unos 2.800 residentes que se han visto obligados a abandonar sus viviendas debido al flujo de lava.

El alcalde del condado de Hawái, Harry Kim, ha indicado que al menos 600 viviendas han quedado completamente destruidas debido a la agresividad de los ríos de lava arrojados a través de las fisuras volcánicas al pie del Kilauea.

Las autoridades no han ofrecido aún detalles sobre las cuantías a percibir por los daños causados por el volcán, pero el diario local 'The Honolulu Star-Advertiser' ha informado de que los beneficiarios podrían recibir cerca de 34.000 dólares cada uno.

El programa incluye ayudas para que los residentes desplazados puedan costearse el alquiler hasta que sus viviendas sean reparadas o reconstruidas.

A principios de mayo Trump declaró el estado de desastre en Hawái y ordenó que se pusiera a disposición de las autoridades locales las ayudas federales necesarias para hacer frente a los efectos de las fuertes inundaciones y corrimientos de tierra que tuvieron lugar a mediados de abril en la isla de Oahu.