Reino Unido responderá con contundencia si se demuestra que Rusia está implicada en el incidente que ha dejado a un antiguo doble agente ruso en estado crítico, ha asegurado este martes el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, sin descartar la adopción de nuevas sanciones.

"Hay mucha especulación sobre el perturbador incidente en Salisbury, en el que un hombre de 66 años, Sergei Skripal, y su hija de 33, Yulia, fueron hallados inconscientes", ha reconocido Johnson ante el Parlamento.

"Aunque sería equivocado prejuzgar la investigación, puedo tranquilizar a la Cámara de que si surgen pruebas que impliquen la responsabilidad de un estado, entonces el Gobierno de su majestad responderá de forma adecuada y sólida", ha añadido.

En este sentido, ha dicho que Reino Unido podría valorar la adopción de nuevas sanciones contra Rusia. "No estoy señalando con el dedo (...) Solo digo a los gobiernos de todo el mundo que ningún intento de acabar con una vida inocente en suelo de Reino Unido quedará impune", ha prevenido el ministro de Exteriores.

"Si las sospechas demuestras estar bien fundadas, entonces bien podría ser que nos viéramos forzados a analizar de nuevo nuestro régimen de sanciones y otras medidas que podríamos buscar imponer", ha precisado Johnson.

Por otra parte, el portavoz de la primera ministra, Theresa May, ha asegurado que tanto esta como el resto de departamentos del Gobierno están siendo informados sobre el caso del antiguo espía. "Todos los departamentos relevantes, incluido el Número 10, están siendo informados de los acontecimientos. Esta es una investigación en curso que encabeza la Policía", ha subrayado.

Skripal y una mujer de unos 30 años enfermaron el domingo, tras pasar la tarde en un centro comercial de Salisbury, y fueron encontrados inconscientes en un banco cercano. Desde entonces permanecen ingresados en la unidad de cuidados intensivos.

Los médicos han determinado que su estado se debe a que estuvieron en contacto con una sustancia que aún no han podido identificar. Algunos medios británicos señalan que podría tratarse de fentanilo, una droga sintética "10.000 veces más potente que heroína", apunta 'The Telegraph'.

Skripal, un ex coronel de la Inteligencia Militar de Rusia de 66 años, fue condenado en 2006 a 13 años de cárcel por espiar para Reino Unido. Habría entregado información sensible al MI6 sobre las células rusas en Europa a cambio de pagos de dinero que habría ingresado a través de una cuenta bancaria en España, de acuerdo con Reuters.

Fue uno de los presos liberados por Rusia en el marco de un canje de espías acordado con Estados Unidos en 2010, el mayor que se ha llevado a cabo desde la Segunda Guerra Mundial. Se hizo en una terminal comercial del aeropuerto internacional de Viena, con dos aviones, uno de Washington y otro de Moscú, en paralelo.

Los agentes rusos, entre los que se encontraba la célebre espía Anna Chapman, fueron recibidos como héroes por el presidente, Vladimir Putin, de quien depende directamente el GRU. Skripal se trasladó entonces a Reino Unido, donde había recibido asilo y vivía sin llamar la atención hasta el pasado domingo.

El Kremlin, dispuesto a colaborar

El portavoz de Kremlin, Dimitri Peskov, ha asegurado que Rusia está dispuesta a colaborar con Reino Unido en la investigación del caso de Sergei Skripal, si bien ha aclarado que de momento no ha habido ninguna petición al respecto.

No obstante, ha indicado que el Gobierno ruso "no tiene ninguna información" sobre esta "trágica situación". "Ya saben cómo llegó a Occidente, a consecuencia de qué decisiones y acciones", ha enfatizado, de acuerdo con la agencia de noticias Sputnik.

Por su parte, la Embajada de Rusia en Londres ha solicitado a las autoridades británicas que le proporcionen información sobre el caso. "Las autoridades británicas y los servicios de seguridad deben intervenir inmediatamente e informar a la Embajada de Rusia y a la sociedad británica sobre la situación real para poner fin a la demonización de Rusia", ha defendido la legación diplomática en un comunicado.

En este sentido, ha criticado el revuelo generado por el caso en la prensa. "Aunque las fuerzas de seguridad británicas no han hecho declaraciones sustanciales sobre lo ocurrido, a juzgar por los medios puede parecer que se trata presuntamente de un acto planeado por parte de los servicios secretos rusos, lo que no se corresponde con la realidad en absoluto", ha denunciado.