El Gobierno español ha advertido de que el estatus de la ciudad de Jerusalén deberá formar parte de una "solución de dos Estados" entre israelíes y palestinos, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya reconocido formalmente esta ciudad como capital de Israel.

El Gobierno de Mariano Rajoy ha aprovechado el anuncio de Trump para reiterar su posición sobre el estatus de Jerusalén, que "coincide con la recogida en diversas resoluciones de Naciones Unidas", según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

"Jerusalén constituye una de las cuestiones centrales del proceso de paz y debe ser objeto de negociación entre israelíes y palestinos", ha añadido Exteriores en su nota, en la que ha apuntado que "la mejor forma de garantizar las aspiraciones de las dos partes es la solución de los dos Estados (...) viviendo juntos en paz y seguridad".

En este sentido, ha subrayado que "el estatus final de Jerusalén deberá ser la consecuencia de esas negociaciones", paralizadas desde mediados del año 2014.

El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, también se ha expresado en este mismo sentido y ha señalado, en un mensaje de Twitter, que "el estatuto de Jerusalén es una cuestión central que debe ser resuelta mediante negociación. "Es extremadamente sensible alterarlo y eso nos preocupa", ha admitido, horas antes de que Trump pronunciase su discurso en la Casa Blanca.

EEUU alerta de posibles protestas violentas

El Consejo Asesor de Seguridad en el Extranjero (OSAC) de EEUU ha difundido una alerta de seguridad relativa a España en la que insta tanto a la Embajada en Madrid como al Consulado en Barcelona a "recordar a los ciudadanos de Estados Unidos de que deben ser cautos y tomar conciencia de su seguridad personal".

"El reciente anuncio de que Estados Unidos reconoce Jerusalén como capital de Israel y los planes para trasladar la Embajada desde Tel Aviv a Jerusalén pueden desencadenar protestas, algunas de las cuales podrían volverse violentas", ha advertido el OSAC en su nota.

Entre las recomendaciones recogidas figura "evitar zonas de manifestaciones" y extremar las preocupaciones en las inmediaciones de "cualquier gran concentración". Asimismo, la oficina dependiente del Departamento de Estado ha instado a "seguir las instrucciones" que puedan dar las autoridades y fuerzas de seguridad locales.

El aviso no es único y también se ha extendido a otros países europeos como Reino Unido y Alemania, según los comunicados difundidos por sus respectivas embajadas. En zonas más cercanas al foco del conflicto, como Jordania, Estados Unidos ha optado por suspender toda su actividad diplomática no esencial por el miedo a las protestas.