Un portavoz de la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), el partido cofundado por Robert Mugabe, afirmó hoy que la formación buscará "descentralizar" el poder para que no recaiga en un solo "centro", minutos después de anunciarse la dimisión del veterano líder como presidente.

"El poder debe darse a todo el mundo, se debe descentralizar", afirmó Kennedy Mandaza en representación de la ZANU-PF, en conversación telefónica con el canal ANN7.

"Una de las resoluciones que salieron de la reunión del Comité Central de la ZANU-PF es que vamos a eliminar el concepto de un centro de poder y que eso se va a hacer en el congreso extraordinario del partido (a realizarse en diciembre)", agregó.

Mandaza aseguró que, sin embargo, están muy agradecidos por "el trabajo que el presidente Mugabe hizo por Zimbabue".

Para el portavoz, Mugabe, de 93 años, mantuvo un liderazgo "fuerte" durante la mayor parte de su carrera política pero "desafortunadamente" no "terminó" con esa fortaleza en esta recta final.

Como motivos de esa cuesta abajo mencionó "la influencia de gente que le rodeaba".

El portavoz explicó que no se conocen aún los motivos que llevaron finalmente a Mugabe a dimitir, después de casi cuatro décadas en el poder.

El anuncio llegó por sorpresa en medio de una sesión parlamentaria que se encaminaba a votar una moción de censura impulsada por su propio partido.

Está previsto que mañana mismo se nombre a un nuevo presidente del país, según anunció hoy el presidente de la cámara baja, Jacob Mudenda.

La ZANU-PF había dado un ultimátum a Mugabe para dimitir el pasado domingo, que se cumplió al mediodía de ayer sin que el presidente cambiara de opinión.

Muy al contrario, Mugabe realizó su primer mensaje público desde que los militares se alzasen contra su Gobierno esa misma noche y pidió que Zimbabue volviera a la normalidad e iniciara una nueva etapa sin espíritu de venganza.

Además de la amenaza, el partido también había destituido a Mugabe como número uno de la formación y nombró en su reemplazo al exvicepresidente Emmerson Mnangagwa, quien también fue designado candidato a las presidenciales de 2018.

Precisamente, el detonante del alzamiento militar fue la destitución del vicepresidente Emmerson Mnangagwa, el pasado día 6, forzada por la facción del partido gobernante afín a las ambiciones de la primera dama, Grace Mugabe, de convertirse en la sucesora de su marido en el poder.

El liderazgo de Mnangagwa en el partido deberá ser formalizado en un congreso en diciembre.