Tres periodistas de la revista 'Paris Match' han arrojado luz sobre el accidente en el que se mató la princesa Diana de Gales el 31 de agosto de 1997. Veinte años después y tras las especulaciones sobre el fallecimiento de la ex mujer del príncipe Carlos, el libro 'Qui a tué Lady Di?' (¿Quién mató a Lady Di?) de Pascal Rostain, Bruno Mouron y Jean-Michel Caradec'h confirma que el accidente en el túnel del Alma de París que costó la vida a Lady Di y Dodi Al-Fayed se debió al exceso de velocidad de un coche que estaba averiado.

Este libro recoge las conclusiones de la investigación judicial del siniestro, que indican que el vehículo en cuestión había sufrido un accidente el año anterior y no estaba en condiciones de circular. También se confirma que el conductor estaba borracho y había tomado antidepresivos.

El Mercedes S280 "era chatarra y nunca debería haber vuelto a circular", señaló Rostain a la radio alemana RTL. El coche del Ritz, donde estaban alojados Diana de Gales y su novio, había sufrido un grave accidente un año antes. En enero de 1995, un ladrón lo robó y se estrelló con él, dando varias vueltas de campana, según explicó a los periodistas galos Eric Bousquet, quien fuera propietario del turismo.

Entonces se optó por sacarlo de la circulación, pero poco antes de convertirlo en chatarra se decidió que fuera reparado para volver a utilizarlo, según indica el libro.

Karim Kazi, antiguo chófer del Ritz, afirma que dos meses antes del accidente alertó al gerente del hotel de que "había que equilibrar el coche porque cuando superaba los 60 km/h era imposible de controlar".

El mal estado del vehículo no resta responsabilidad al conductor del mismo, Henri Paul, en el momento del accidente. Paul tenía "1,81 gramos de alcohol en la sangre", apunta Rostain. Además, "tomaba dos medicamentos por su alcoholismo y tres antidepresivos, y no tenía permiso para conducir turismos de lujo ni ese vehículo".

Para Rostein, los documentos que aportan en el libro confirman que no hubo conspiración alguna. "El caso está cerrado", sostiene el periodista, que espera que Mohamed Al-Fayed ponga ya fin al luto por su hijo.