La policía marroquí ha detenido al líder del movimiento de las protestas en demanda de mejoras sociales para la región del Rif (norte del país), Naser Zafzafi, que huyó la semana pasada y estaba en busca y captura, dijeron a Efe fuentes gubernamentales.

Dos fuentes distintas que pidieron el anonimato precisaron que Zafzafi fue arrestado en la provincia de Alhucemas, en cuya capital se perdió su rastro el pasado viernes al mediodía, tras interrumpir la plegaria en una mezquita, pero indicaron desconocer mas detalles.

Según explicaron activistas cercanos a Zafzafi, éste fue detenido en la aldea de Turugut, unos 20 kilómetros al este de Alhucemas, durante una operación policial hacia las 02.00 de la madrugada hora local (misma hora GMT) en la que los agentes practicaron numerosas redadas en los cafés de la zona.

Se desconoce si Zafzafi será interrogado en Alhucemas, donde se ha convertido en un líder popular en solo seis meses, o será trasladado a Rabat, dado que sobre los activistas rifeños pesan cargos tan graves como "atentar contra la seguridad del Estado".

El cargo que con toda seguridad le será imputado es el de "perturbar intencionadamente el ejercicio del culto", delito que el artículo 221 del Código Penal marroquí castiga con penas de entre seis meses y tres años de cárcel.

El número dos, también en busca y captura

También está en paradero desconocido el número dos del Movimiento Popular, Nabil Ahamyik, quien ha seguido publicando comunicados durante el fin de semana en el que reclama que las protestas sigan siendo pacíficas, aunque el Estado "continúa violando los derechos humanos".

La huida de Zafzafi el pasado viernes degeneró en enfrentamientos entre policía y manifestantes, que acabaron con cerca de cuarenta detenidos.

Algunos de ellos no habían participado en los disturbios pero eran líderes del Movimiento Popular, que ha encabezado las protestas en el Rif durante los pasados seis meses y a los que se acusa ahora de recibir fondos del extranjero o de atentar contra los símbolos del Estado.

La detención de estas personas y la marginación del Rif motivó este domingo manifestaciones de solidaridad en ciudades como Rabat, Casablanca, Tánger y Marrakech, donde participaron miles de personas y que en algunos casos fueron dispersadas por la fuerza por la policía.

Las protestas se originaron cuando un vendedor de pescado, Mohcin Fikri, de 31 años, murió aplastado el 28 de octubre del pasado año dentro de un camión de basura después de que la policía confiscara su mercancía.