La amenaza de fractura que acechaba al G7 de Taormina desde su inicio quedó hoy disipada con el consenso en temas clave como el comercio o las relacione con Rusia, aunque la división fue insalvable en torno al cambio climático por la indecisión de Washington.

El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, señaló ya en la apertura de la cumbre que los debates "no iban a ser fáciles", consciente de las divergencias planteadas en temas como el comercio, la política migratoria o la protección del medioambiente por parte de Estados Unidos.

Sin embargo, tras dos días de sesiones e intensas negociaciones, el G7 logró redactar una declaración final en la que alcanzó un término medio sobre algunas de esas cuestiones, aún en revisión por la administración del presidente estadounidense Donald Trump.

Por ejemplo, pese a que Trump defiende una posición proclive al proteccionismo, el G7 ha logrado estipular sobre el papel un "compromiso a mantener sus mercados abiertos" aunque, al mismo tiempo, rechazando "prácticas comerciales injustas".

Gentiloni defendió, en rueda de prensa, que en el apartado de comercio, uno de los más arduos de la cumbre, "se ha hallado un punto de equilibrio que no estaba descontado".

También en materia de inmigración, central para Italia, se logró un punto satisfactorio para todas las partes con la conjunción de la defensa de los Derechos Humanos y el reconocimiento del "derecho soberano" de cada Estado a defender sus fronteras.

Todo esto, según apunta el texto aprobado, considerando "la distinción entre inmigrantes y refugiados".

Así se unió a socios con posturas diametralmente opuestas, como Italia, Canadá o Alemania abiertas a la acogida y otros más reticentes a aceptar la inmigración, como Japón, Reino Unido o Estados Unidos, con la idea de construir un muro en su frontera con México.

Cierta indecisión también fue perceptible en la relación del G7 con Rusia, país que pertenecía a este grupo hasta el estallido del conflicto ucraniano y la anexión de la península de Crimea en 2014.

Los líderes del G7 mantuvieron el tema abierto hasta la última sesión, pues primero debían estudiar si estaban preparados para adoptar nuevas sanciones contra Moscú en caso de que no implemente los Acuerdos de Minsk para pacificar el este ucraniano.

Sin embargo finalmente lo hicieron: "Estamos preparados para tomar mayores medidas restrictivas y aumentar los costes para Rusia si sus acciones así lo requieren", afirman en el texto acordado.EEUU no aclara si aplicará el Acuerdo de París

En todos estos temas las divergencias fueron superadas, algo que no ocurrió en relación con el Acuerdo de París sobre cambio climático, sobre el que Washington aún no ha aclarado su postura.

"Estados Unidos está en un proceso de revisión de sus políticas sobre cambio climático y sobre el Acuerdo de París. Por consiguiente no está en posición de alcanzar un consenso sobre estos temas", reconocieron en el texto.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, restó gravedad a la postura de Trump, durante una rueda de prensa y afirmó que, en cualquier caso, "ha habido un progreso" pues "hace unas semanas se creía que EE.UU abandonaría" el pacto climático.

Más tajante se mostró la canciller alemana Angela Merkel que, en declaraciones a los medios germanos, pues no compareció en rueda de prensa, tildó de "muy insatisfactoria" la discusión sobre este tema.

Por otro lado, los líderes del G7 se manifestaron firmes, sin fisuras, en su exigencia a que Corea del Norte abandone "todos los programas balísticos y nucleares" de forma "verificable" o, de lo contrario se "reforzarán" las sanciones, avanzaron.

También en la necesidad de promover la igualdad de género, atajar las desigualdades, impulsar la innovación en el mundo laboral, garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición o llamar a la pacificación de la convulsa Libia.

Uno de los puntos más relevantes de este G7 ha sido la redacción de un acuerdo "ad hoc" sobre la lucha contra el terrorismo, especialmente en internet y que fue redactado como "un mensaje de amistad" hacia Reino Unido por el atentado de Mánchester.

Un texto muy aplaudido por el mandatario estadounidense.

Los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido cerraron así una cumbre que no volverá a reeditarse hasta el próximo año, esta vez en la región canadiense de Charlevoix.