El candidato del Partido Democrático de Corea del Sur, Moon Jae-in, ha declarado su victoria en las elecciones presidenciales celebradas este martes en el país, que ponen fin a la crisis política provocada por el escándalo de tráfico de influencias que llevó al cese de Park Geun Hye y su Gobierno.

Moon ha asumido su triunfo basándose en los sondeos a pie de urna publicados por las principales cadenas surcoreanas -MBC, KBS y SBS-, que le conceden un 41,4 por ciento de los votos, a gran distancia de su rival inmediato, el aspirante conservador Hong Joon Pyo, con un 23,3 por ciento.

De confirmarse, "marcará la victoria de un pueblo desesperado por un cambio de Gobierno", ha dicho Moon a sus simpatizantes desde la sede del Partido Democrático, en Seúl. "Hemos hecho todo lo posible para cumplirlo y creo que ha sido el vector de nuestra victoria", ha añadido.

Por su parte, Hong ha reconocido su derrota, pero al mismo tiempo ha destacado sus resultados electorales porque, según ha defendido, demuestran que ha logrado "reconstruir un partido colapsado". El partido de Park, Saenuri, se dividió en dos tras el 'impeachment': el conservador y Bareun, que habría quedado cuarto con un siete por ciento.

El órgano electoral ha estimado en un 77,2 por ciento la participación en estos comicios, una cifra que, de confirmarse, supondría el mayor nivel de afluencia ciudadana a las urnas en la historia de Corea del Sur, de acuerdo con la agencia de noticias surcoreana Yonhap.

Esta vez, los votantes tenían como acicate pasar página al mayor escándalo político de la nación asiática, por el cual la anterior presidenta fue cesada en un 'impeachment' aprobado por el Parlamento el 9 de diciembre y ratificado por el Tribunal Constitucional el 10 de marzo.

Park, acusada de cinco violaciones a la Constitución y ocho delitos comunes, se habría valido de su amiga Choi Soon Sil para conseguir dinero a cambio de favores políticos, un caso que ha salpicado también a las principales empresas del país, entre ellas Samsung.