El eurófobo Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) puso hoy en marcha una investigación sobre el altercado protagonizado en Estrasburgo entre dos de sus eurodiputados, tras el que uno de ellos, Steven Woolfe, tuvo que ser hospitalizado, aunque ya ha sido dado de alta.

Woolfe, favorito a liderar esa formación -que dirige actualmente de manera temporal Nigel Farage-, fue ingresado este jueves tras desmayarse en el Parlamento Europeo, después de un incidente ocurrido durante una reunión del partido.

Según medios británicos, en ese encuentro se produjo una fuerte discusión y una pelea, aunque el propio Woolfe negó posteriormente haber propinado algún puñetazo.

El político, de 49 años, se sometió a un escáner cerebral como medida de precaución y ya ha sido dado de alta.

En un comunicado emitido por el partido, Nigel Farage, el líder en funciones, confirmó que ha pedido al presidente de la formación, Paul Oakden, que lleve a cabo una investigación sobre lo ocurrido "de la que se descubrirá la verdad".

"El resto de afirmaciones hechas a los medios por representantes del UKIP que ni siquiera estaban allí en ese momento son extremadamente de poca ayuda", opinó Farage en la nota.

Por su parte, Oakden aseguró que la formación se recuperará de este nuevo incidente y que el partido "lidiará a su debido momento con medidas apropiadas, una vez se conozcan todos los hechos".

Según Lisa Duffy, del UKIP, el eurodiputado hospitalizado le explicó que la disputa se inició con una conversación en la que, al parecer, el propio Woolfe habría indicado que se llegó a plantear pasarse al Partido Conservador.

En unas declaraciones hechas hoy a los medios británicos, otro miembro del UKIP, Nathan Gill, señaló tras visitar a su colega en el hospital que Woolfe ya "ha tendido la mano de la amistad" al segundo hombre en discordia, el también eurodiputado Mike Hookem, con quien protagonizó el altercado. Según Gill, Woolfe "se ha dado cuenta de que las cosas fueron demasiado lejos".

A pesar de la primera inquietud por su estado de salud, calificada de "grave" por Farage, Woolfe emitió un comunicado en el que dijo sentirse bien, "feliz" y "sonriente como siempre".