El opositor venezolano Leopoldo López perdió hoy su segunda batalla en los tribunales después de que la Corte de Apelación de Venezuela le ratificara la condena de 13 años, nueve meses, siete días y doce horas que cumple por la violencia en una protesta contra el Gobierno de Nicolás Maduro.

La sentencia contra el político preso más emblemático del antichavismo dictaminó que seguirá en prisión bajo lo mismos términos en los que fue condenado en septiembre de 2015 por el tribunal de primera instancia que llevo su caso, según explicó a Efe el abogado defensor de López, Juan Carlos Gutiérrez.

La decisión anunciada hoy al final de la tarde rompió con el suspenso de la defensa que llevaba una semana esperando la repuesta del tribunal y que debió darse dentro de los díez días hábiles siguientes a la audiencia de apelación que se dio el pasado 22 de julio.

"Esta sentencia reproduce o reedita los mismo vicios de la sentencia en primera instancia en cuanto al manejo inadecuado e irregular de las pruebas, la aplicación de delitos que nunca fueron acreditados e inexistentes, la alteración por completo de la verdad verdadera y la verdad procesal", indicó Gutiérrez.

El pronunciamiento de hoy no era solo la segunda oportunidad de López de salir en libertad, era también la antepenúltima oportunidad de que su sentencia fuera anulada, o que fuera reducida la pena que cumple confinado en una prisión militar en las afueras de Caracas bajo un estricto régimen de visitas.

Ahora el opositor deberá acudir a la Sala de Casación de Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), la última instancia en materia penal para revisar su sentencia, una acción que sus defensores ejecutarán en los próximos días, después de hacer una "revisión exhaustiva" de la copia del acta.

Para este recurso extraordinario la defensa tiene 15 días después de que se informe a Leopoldo López de la sentencia lo que, según el líder del equipo de defensa de político, debe hacerse entre el próximo martes o miércoles.

El recurso podría llevar a que la Sala de Casación anule la sentencia o en caso contrario la ratifique como "definitivamente firme".

A este punto, el opositor quedaría con un recurso "extraordinario" que es el de solicitar una "revisión" de la Sala Constitucional, esta sí, la última instancia a la que podrían acudir.

"Pero en paralelo ya estamos anunciando que presentaremos el caso de fondo ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) porque aquí debe haber una revisión de la comunidad internacional", agregó.

La misma suerte corrieron los estudiantes que fueron juzgados con López, también por la violencia en esa manifestación, excepto para Demian Martín, a quien la Corte de Apelación le redujo la condena de cinco a tres años, pero para Ángel González, Christian Holdack, fueron ratificadas penas de cuatro años y medio, y diez años respectivamente.

La decisión provocó de inmediato la reacción de los opositores y expresado a través de la alianza de partidos Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que repudió "la ilegal, injusta e inmoral sentencia".

"Ya el país y el mundo saben que el juicio contra López fue una mascarada pseudo-judicial", indicó la MUD en un comunicado para referirse a la declaración hecha por uno de los fiscales que llevó la acusación contra López, Franklin Nieves, poco después de que el político fuera condenado en primera instancia.

En esa ocasión Nieves apareció en un vídeo asegurando que había huido del país y confesando que fue supuestamente presionado por sus superiores para inculpar a López.

"Esta insólita decisión de la Corte de Apelaciones exhibe ante los venezolanos y ante la comunidad internacional una verdad clara: en la Venezuela actual la denegación de justicia no es una "falla del sistema", un "accidente procesal", sino el resultado esperado de un sistema judicial diseñado no para administrar justicia sino para aplicar venganzas", añade la MUD.

Los opositores que promueven actualmente un referendo para revocar el mandato de Maduro resaltaron esta decisión como "una nueva provocación al pueblo, una agresión a la paz y un fallido intento del gobierno por desmoralizar a los ciudadanos".

A esto prometen que la respuesta será, "muy por el contrario, incrementar la lucha, acentuar la legítima presión social para lograr el cambio político urgente", y, señalan, una razón más para que los opositores se sumen a la "Toma de Caracas", una movilización que promueve la MUD para el 1 de septiembre.