Una joven negra murió y su hijo de 5 años resultó herido este lunes en el Condado de Baltimore (Maryland, EEUU) después de un largo enfrentamiento con la Policía en el que la mujer empuñó una pistola y amenazó con matar a los agentes, informaron hoy autoridades locales.

Korryn Gaines, de 23 años, fue abatida a tiros por policías en su apartamento en Randallstown después de casi seis horas de discusión con los agentes, mientras que su hijo recibió un disparo en el brazo durante el enfrentamiento y se encuentra hospitalizado en buen estado, añadió la Policía local.

Según las autoridades, tras varios intentos fallidos de arrestar a Gaines, ella apuntó con un arma a los agentes y amenazó con matarlos, tras lo cual uno de los policías abrió fuego contra ella, que respondió con dos disparos antes de que la Policía le disparara otras tres veces y le causara la muerte.

No está claro si el niño resultó herido por las balas de Gaines o las de los policías, y tampoco en qué lugar del apartamento se encontraba exactamente durante el enfrentamiento.

Los agentes se presentaron el lunes en el apartamento de Gaines para detenerla por no haberse presentado en los tribunales para solventar una violación de las normas de tráfico, y para arrestar también a otro residente, Kareem Kiean Courtney, por asalto de segundo grado.

Tras no recibir respuesta, la Policía obtuvo una llave del apartamento y entreabrió la puerta, que estaba protegida por una cadena, y encontró a Gaines apuntándoles con una pistola, según las autoridades.

Los agentes contactaron entonces con equipos de respuesta a una crisis para tratar de negociar con Gaines, que grababa vídeos durante el enfrentamiento y los iba subiendo a las redes sociales Facebook e Instagram, en dos cuentas que fueron desactivadas después a petición de las autoridades.

El otro residente, Courtney, de 39 años, salió del apartamento con una niña pequeña poco después de comenzar el enfrentamiento y fue arrestado, aunque ya ha quedado en libertad.

Las autoridades querían detener a Gaines por haber conducido sin matrícula en su vehículo, en el que llevaba en su lugar una señal de cartón con una inscripción en la que alertaba a la Policía de que no se metiera con su derecho a viajar y a ser libre, informó hoy el jefe de Policía del condado, Jim Johnson, a los periodistas.

Gaines fue acusada de conducta negligente y de resistirse al arresto, entre otras cosas, después de decirle a los agentes que tendrían que "asesinarla" antes de que ella saliera voluntariamente del vehículo.

Pese a la respuesta agresiva de Gaines, su muerte ha generado conmoción entre algunos activistas que denuncian la brutalidad policial contra las minorías, especialmente en el movimiento 'Say Her Name', que defiende que las mujeres afroamericanas fallecidas a causa de una acción policial reciben menos atención que los hombres en la misma situación.

Gaines es la novena mujer negra muerta a tiros por la Policía este año en Estados Unidos, según una base de datos creada por el diario 'The Washington Post'.