Un tribunal de Hungría ha condenado a diez inmigrantes a una pena de entre uno y tres años de cárcel por cruzar ilegalmente la frontera en septiembre de 2015 después de que las fuerzas de seguridad húngaras construyeran una valla de alambre para sellar la frontera con Serbia.

El incidente, que supone el primer caso de inmigrantes llevados a juicio por atravesar la frontera, se produjo unos días después de que se aprobara una ley que criminaliza la entrada ilegal de inmigrantes en el país con penas de hasta cinco años de prisión.

La mayoría de acusados fueron elegidos de forma arbitraria de entre un grupo de cientos de personas que se enfrentaron a la Policía. Según la sentencia, los inmigrantes serán expulsados del país, al que no podrán acceder durante años.

La resolución del tribunal ha tenido lugar unos días después de que el Gobierno húngaro se comprometiera a convocar un referéndum sobre las cuotas obligatorias de refugiados establecidas por la Unión Europea a pesar de que la Comisión Europea advirtió en mayo al primer ministro, Viktor Orban, de la "legitimidad" y "obligatoriedad" de la redistribución de 160.000 refugiados entre los países miembros del bloque comunitario.