La cuidadora que quedó en libertad por agredir brutalmente a un bebé de un año en Oregón (EEUU) ha sido finalmente detenida. Markell Hilaire se ha declarado culpable de golpear al pequeño, al que dejó numerosas marcas en sus rostro.

Alicie Quinney y Joshua Marbury, los padres de la criatura, emprendieron una campaña en las redes sociales para denunciar que Hilaire estaba en libertad pese a que había reconocido que maltrató al bebé.

Joshua mostraba su indignación en una entrevista porque las autoridades no habían presentado cargos contra la cuidadora hasta dos meses después de la agresión.

Gracias a la presión ejercida a través de las redes sociales, la pareja ha logrado por fin que la Fiscalía del Condado de Washington emprenda acciones legales contra Hilaire.

Asimismo, la iniciativa puesta en marcha en Change.org para cambiar las leyes de abuso a niños en Oregon ha logrado reunir más de 55.000 firmas.