La Policía de Tailandia ha ordenado abrir una investigación urgente sobre las actividades del templo Pha Luang Ta Bua Yanasampann, también conocido como el Templo de los Tigres, por supuesto tráfico ilegal de tigres tras encontrar pieles, cadáveres y restos convertidos en amuletos.

El jefe de la Policía, Chakthip Chaijinda, afirmó que los agentes investigarán si las pieles y restos de felinos están relacionados con el tráfico ilegal de animales en el templo, situado en la provincia de Kanchanaburi (oeste), informó el canal Thai PBS.

Según las autoridades, los productos derivados de los tigres son habitualmente vendidos en China, a donde llegan a través de rutas por Laos y Vietnam desde Tailandia.

Por ahora, las autoridades tailandesas han detenido a tres personas, entre ellas un monje. Desde hace años hay una intensa presión internacional para investigar este lugar, que tras los macabros hallazgos de estos días se ha situado en el epicentro de uan polémica que ha causado consternación en el país.

El templo budista de Wat Pha Luang Ta Bua, localizado en la provincia de Kanchanaburi, al oeste de Bangkok, se había convertido en toda una atracción turística, en la que millares de visitantes se podían sacar fotos con tigres vivos.

Sin embargo, el templo estaba siendo investigado por su supuesta relación con el tráfico de especies y el abuso animal. La redada que tuvo comienzo el lunes ha sido la última medida del Gobierno tailandés en su esfuerzo por intentar asegurar el control del Estado sobre la especie, que se encuentra en peligro de extinción.

Tailandia lleva siendo durante siglos el foco de atención de las mafias que trafican con especies animales, muchas de las cuales se encuentran en grave peligro de extinción. Pájaros exóticos, mamíferos y reptiles pueden comprarse con facilidad en algunos de los mercados callejeros del país.

El comercio de productos como las pieles, el marfil y ciertas partes de estos animales para su uso en la medicina tradicional asiática son algunos de los motivos detrás del tráfico ilegal de especies.

El pasado lunes, el Departamento de Conservación de Parques Naturales comenzó a rescatar, mediante una orden judicial, unos 137 tigres en el templo, donde eran exhibidos para turistas a los que se les permitía hacerles fotos con los animales o alimentar a los cachorros.

Hasta el momento, han trasladado más de 100 felinos, al tiempo que también han encontrado al menos 60 cadáveres de cachorros de tigre, colmillos y amuletos realizados con restos de los animales.

La falta de cooperación de los responsables del templo está dificultado la tarea de los equipos, que este miércoles hallaron unos 40 cadáveres de cachorros de tigres, junto con restos de otros animales.

Al día siguiente, soldados y funcionarios del departamento pararon a un camión con varias personas contratadas en el templo y descubrieron dos pieles de tigres adultos, 9 colmillos y más de 1.000 amuletos fabricados con piel y partes felino.

Más tarde ese mismo día, encontraron unos 20 cadáveres y restos de cachorros de tigre conservados en frascos con formol.

Las autoridades afirmaron que desconocen el paradero de al menos 20 cachorros vivos de pocos meses que eran utilizados para que los turistas los alimentaran con biberones.

Las organizaciones defensoras de los animales llevan años denunciando al templo por supuesto tráfico de animales y de sedar a los felinos para que los turistas se les puedan acercar.

En 2001, el templo recibió 7 tigres cedidos por el Gobierno para que los cuidara, pero en los últimos años empezó a aumentar el número hasta alcanzar los 137 felinos, así como leones, pájaros, un búfalo, un ciervo y jabalíes, que exhibía para los turistas. Tras la redada policial, el templo se encuentra cerrado y no permite visitantes.