El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió este lunes el derecho del pueblo cubano a decidir su destino tras una histórica reunión en La Habana con su homólogo Raúl Castro, quien reafirmó la disposición de la isla a seguir avanzando en la normalización bilateral.

"El destino de Cuba no debe ser decidido por EEUU o ningún otro país (...) El futuro de Cuba lo tienen que decidir los cubanos y nadie más", aseveró Obama quien, no obstante, advirtió que su país seguirá abogando por la democracia en Cuba y reclamando respeto para los derechos humanos universales, como la libertad de expresión, de asamblea y de culto religioso.

El presidente de EEUU protagonizó una jornada que pasará a la historia, que comenzó en la emblemática Plaza de la Revolución, escenario habitual durante décadas de arengas antiimperialistas de Fidel Castro, pero donde este 21 de marzo ondeó la bandera de las barras y estrellas y se escuchó el himno nacional del antiguo enemigo.

Fue en el protocolario acto de homenaje al prócer independentista cubano José Martí, al que Barack Obama brindó una corona de rosas blancas, rojas y azules (los colores de las banderas de Cuba y de EEUU) y tras el cual el mandatario se saltó el protocolo para hacerse una foto con sus colaboradores con la famosa efigie del revolucionario Ernesto Che Guevara a sus espaldas.

El mandatario visitó el Museo del Memorial José Martí y firmó en su libro de honor donde escribió la dedicatoria: "Es para mí un gran honor rendir tributo a José Martí, que dio su vida por la independencia de su patria. Su pasión por la libertad y la autodeterminación sigue viva en el pueblo cubano".

Obama se dirigió caminando al aledaño Palacio de la Revolución, sede del Gobierno socialista de la isla, donde fue recibido por Raúl Castro con un apretón de manos y una solemne ceremonia militar en la que el himno de Estados Unidos volvió a sonar por segunda vez.

Más de dos horas duró el posterior encuentro bilateral que mantuvieron los presidentes de Cuba y Estados Unidos, en su tercer cara a cara desde el anuncio del deshielo: el primero fue en la Cumbre de las Américas de Panamá en abril de 2015 y el segundo en la sede de Naciones Unidas el pasado septiembre.

Pero el de este lunes fue el primero en Cuba y en la sede gubernamental de uno de los dos países protagonistas de un histórico deshielo con el que han enterrado más de medio siglo de un enfrentamiento nacido en la época de la Guerra Fría.

En una conferencia de prensa conjunta -e inusual en el caso de Raúl Castro que rara vez comparece ante medios de comunicación internacionales-, ambos presidentes coincidieron en destacar los avances logrados en los quince meses que han pasado desde el anuncio de la reconciliación pero recordando los importantes obstáculos que aun les separan.

Uno de ellos es el embargo, cuyo fin volvió a reclamar Raúl Castro si bien reconoció la disposición de Obama al reclamar repetidamente al Congreso el fin de esa política, que según garantizó el presidente estadounidense "va a terminar", aunque no aventuró cuando.

Obama sostuvo que el hecho de que cerca de 40 legisladores, entre ellos varios republicanos, le acompañen en este viaje a Cuba es una muestra de que existe cada vez más presión dentro del Congreso para poner fin al embargo, vigente desde 1962.

Los derechos humanos fue otro de los temas que Obama trató con Castro de forma "muy franca y sincera" y ambos admitieron las "serias diferencias" que les separan en esta materia.

Presos políticos

El presidente cubano rechazó que existan presos políticos en Cuba al desafiar a un periodista que le preguntó por este asunto: "Dame la lista ahora mismo de los presos políticos para soltarlos", dijo Raúl Castro.

Castro Recordó que en los quince meses transcurridos desde el anuncio del restablecimiento de relaciones, ambos países han avanzado en resultados concretos como la restauración del servicio postal directo o de los vuelos directos regulares el próximo otoño, entre otras cosas.

"Mucho más pudiera hacerse si se levantara el bloqueo de los Estados Unidos", dijo el presidente cubano quien reconoció no obstante la disposición del presidente Obama y sus reiterados llamamientos al Congreso estadounidense para que se ponga fin a esas medidas.

Calificó de "positivas" las últimas medidas de Washington para aliviar los efectos del embargo, aunque "no suficientes".

"El bloqueo continúa en vigor y tiene componentes disuasivos y efectos intimidatorios de alcance extraterritorial", indicó Raúl Castro, quien en su reunión con Obama le puso ejemplos para mostrarle las "consecuencias negativas" para Cuba que tienen esas medidas.

Tampoco olvidó Raúl Castro reclamar la devolución de los terrenos de la Base Naval de Guantánamo, que junto al embargo, dijo, son los principales obstáculos para tener relaciones bilaterales plenas.

Acuerdos firmados

Además de evaluar los logros alcanzados en la relación bilateral, los presidentes anunciaron nuevos acuerdos para fortalecer la cooperación en sectores como educación, salud, agricultura y energía.

En un comunicado, la Casa Blanca detalló los acuerdos firmados, entre ellos uno para sumar 1 millón de dólares más a la iniciativa estadounidense "100 Strong in the Americas", que promueve intercambios educativos entre jóvenes de todo el continente.

Esos nuevos fondos se usarán específicamente para intercambios educativos entre EEUU y Cuba, de acuerdo con la Casa Blanca.

También en la parte educativa, por primera vez Cuba será incluida como país participante en varios programas de becas de EEUU.

Además, Estados Unidos invitará a 10 emprendedores cubanos a participar en junio en una cumbre global de emprendimiento en Silicon Valley (California) y el jugador de baloncesto Shaquille O'Neal viajará a Cuba, también en junio, para liderar un programa deportivo dirigido a jóvenes en colaboración con el Ministerio de Deportes de la isla.

En materia de salud, los dos países acordaron "profundizar" su cooperación científica en la prevención de enfermedades como el zika y el cáncer.

Otro de los acuerdos se refiere a la lucha contra el tráfico de personas y para ese fin Cuba y EEUU invitarán al relator especial de Naciones Unidas en esta materia para que visite ambos países.