Miles de refugiados acampan en la isla griega de Lesbos, en el mar Egeo, a la espera de embarcar en uno de los ferris que les traslade al puerto ateniense del Pireo y continuar desde allí su viaje hasta el centro y norte de Europa.

Se desconoce el número exacto de personas que se ha instalado con tiendas de campaña o al raso en prácticamente todos los espacios públicos de la ciudad, pero los medios locales apuntan a que podrían llegar a 20.000, de los cuales 10.000 no están todavía registrados.

En la isla ya se encuentra el buque "Eleftheros Venizelos", uno de los encargados de trasladar diariamente a los llegados desde las islas hasta el Pireo, el principal puerto del país.

Esta mañana llegó a Mitilene el ministro adjunto de Migración del Gobierno interino, Yanis Muzálas, para conocer la situación de primera mano.

También se han desplazado dos contingentes de la policía antidsturbios para velar por la seguridad de la isla, además de 30 agentes de la Guardia Costera y de la policía para ayudar en las tareas de rescate y registro.

En ciertos momentos se han producido escenas de tensión entre los refugiados de distintas nacionalidades debido al trato preferente que se les dispensa a los sirios.

El Gobierno ha anunciado la puesta en marcha inmediata de medidas para mejorar la gestión de la llegada masiva de refugiados y relajar el peso para la población de las islas del Egeo, que, por su cercanía con la costa turca, sirven de puerta de entrada a Europa.

La Unión Europea ha asegurado que Grecia recibirá en breve 33 millones de euros para hacer frente a esta crisis, pero antes debe constituir la autoridad encargada de gestionar los fondos, una acción que el Ejecutivo aún no ha llevado a cabo pese a la urgencia de la situación.